MI BIBLIA, COMO ENTENDER LA BIBLIA, UN BUEN LECTOR DE LA BIBLIA

Mi Biblia

Si me enseñas tu palabra, te alabaré de todo corazón y seré obediente a tus mandatos. ¡No me abandones! (Salmo 119.7-8, TLA)

Papá, Mamá, recuerda que Dios le dijo a Moisés que los padres debían transmitir a sus hijos todas las palabras que escucharan de Él, para que estos, a su vez, las repitieran a sus descendientes.

En todo momento, dicen las Escrituras, los padres deben conversar con sus hijos acerca de las palabras y las promesas divinas: en la casa, caminando al trabajo, en el campo.

Debo tener una Biblia propia, para sentirme dueño de algo que pueda amar como mío.

El hábito de la lectura debe continuar desarrollándose en mí. Comienza indicándome pequeños fragmentos de la Biblia para que lea en voz alta o en privado, y luego aumenta de forma gradual la cantidad de texto.

Las Biblias ilustradas me ayudarán a crear un hábito de lectura. Sociedades Bíblicas Unidas tiene publicadas varias Biblias para niños de mi edad llenas de hermosas y sugerentes ilustraciones.

La Traducción en Lenguaje Actual, desarrollada por Sociedades Bíblicas Unidas, es una versión apropiada para que niños y jóvenes podamos entender mucho mejor los textos y las historias de la Biblia.

A mi edad (de 9 a 11 años), los niños tenemos buena memoria. Guíame en la memorización de textos bíblicos.

Algunas ideas básicas para entender la Biblia

Dios mío, enséñame a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida! Aclara mi entendimiento, y los seguiré de todo corazón (Salmo 118.33-35, TLA)
A partir de los siete años he aprendido a separar la fantasía de la realidad, de manera que ya puedo entender que la Biblia es verdad y no ficción.

Aunque todavía no soy un consumado pensador abstracto, he alcanzado una capacidad de razonar que me permite aprender la estructura básica de la Biblia y las referencias de versículos.

Explícame que el hecho de que muchas personas no entiendan las Escrituras es debido a que éstas se disciernen espiritualmente. El Espíritu Santo me enseñará expresando cosas espirituales en términos espirituales (1 Corintios 2:13).

Debo saber de igual modo que la Biblia se interpreta a sí misma. Cuando estoy estudiando la Biblia, debo dejar que ella hable por sí misma.

A veces pongo los ojos en un texto o en un versículo, y no entiendo de inmediato su significado. Otros pasajes podrán entonces lanzar luz y explicarme satisfactoriamente el aspecto deseado.

Para relacionar palabras o temas, facilítame una concordancia bíblica, pues puede resultarme de gran ayuda.

Debo aprender a interpretar los textos bíblicos en su contexto. Si leo algunos versículos antes y después de un texto específico, o algunos capítulos anteriores y posteriores, esa información adicional me ayudará a entenderlo mejor.

Me será de excelente ayuda conocer la cultura y las costumbres de los pueblos antiguos, también el propósito global de las Escrituras y su lenguaje cargado de símbolos, tipos y figuras.

Insiste en que debo tener siempre presente que para entender la Biblia es necesario, en primer lugar, conocer y mantener contacto con su principal intérprete: el Espíritu Santo.

Hazme un buen lector de la Biblia

Yo te busco de todo corazón y llevo tu palabra en mi pensamiento. Mantenme fiel a tus enseñanzas para no pecar contra ti (Salmo 119.10-11).
Ten como objetivo despertar mi interés en el aprendizaje de la Palabra de Dios.
La Biblia ha de ser mi mejor libro de texto.

Una de las razones por la que muchos jóvenes se desvían de los caminos del Señor es porque en su momento no se les enseñó a guardar la Palabra de Dios en su corazón.

Recuerdame que mis lecturas bíblicas debo hacerlas directamente de la Biblia.

Pregúntame regularmente sobre temas, personajes y situaciones de la Biblia. Será un ejercicio divertido y un reto para mí. A través de las preguntas y de la participación haré un esfuerzo mental de razonamiento y se me despertará todavía más el interés.

No es necesario que te comportes como dueño de la materia a la hora de interpretar las enseñanzas de la Biblia, y que muestres superioridad respecto a mí, sino que crees un ambiente de simpatía, firmeza y amor.

Exígeme un debido respeto a las Sagradas Escrituras.

Cerciórate de que lleve mi Biblia conmigo cuando vaya al culto o a los estudios de nuestra iglesia.

De esta forma seré un asiduo lector de la Biblia, aumentarán mis conocimientos y adquiriré una mayor capacidad para resolver problemas.

Recuerda que el éxito de mi formación bíblica depende en gran medida de tu desempeño como instructor.

TOMADO DE: CHICOSWEB

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