Historias y Reflexión: El Buen Capitán

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno» (Salmos 139:23, 24).

Había un barco a vapor en aguas inglesas, viejo, pesado y aparentemente inapropiado para continuar navegando. Cada vez que llegaba al muelle, de forma torpe, derribaba alguna parte del portón de entrada. Sin embargo, un cierto día, cuando se acercaba y todos observaban para ver qué tipo de daño haría, pasó suavemente, deslizándose sobre las aguas, sin que nada anormal fuera visto. Uno de los espectadores gritó: «¿Qué pasó con el viejo barco? Algo sucedió.» Uno de los miembros de la tripulación respondió: «Es el mismo viejo barco de siempre, pero tenemos un nuevo capitán».

Cuando el barco de nuestras vidas navega por los mares de este mundo sin la presencia del Buen Capitán, pueden ocurrir muchos errores y podemos sufrir grandes daños espirituales. También podemos tener dificultades para llegar a nuestras metas.

A menudo andamos por este mundo de forma desordenada, sin saber qué hacer o incluso a dónde ir. Tropezamos aquí y derrapamos allá, y la incertidumbre domina nuestros sueños y esperanzas.

Cuando invitamos a Cristo, el Buen Capitán, para dirigir todos nuestros pasos, podemos estar seguros de que las victorias llegarán y que la transformación que ocurre en nuestra manera de ser será percibida y apreciada por todos los que conocemos.

¿Sientes que tu vida necesita cambiar de rumbo? Deja que Jesús te guíe y pronto estarás caminando por senderos de bendición.

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