Alan y los evangélicos

RESPETAR LAS FORMAS

A propósito de las reuniones entre Alan García y un grupo de pastores

 

Tito Pérez Quiroz

Iglesia y sociedad

www.iglesiaysociedad.com

 

Hace tres días reenviamos una nota de la Agencia Latinoamericana y Caribeña de Noticias (ALC) sobre la reunión entre Alan García y un grupo de pastores evangélicos. Antes de la segunda vuelta electoral hubo otro encuentro. La primera reunión fue para ofrecer apoyo electoral al candidato; la segunda para invitar a García a un culto de acción de gracias.

 

Todos los evangélicos tienen derecho de participar en política y de gestar reuniones, pero manteniendo las formas y evitando obtener provecho personal a costa de los demás. En ese sentido, preocupa que estas reuniones tengan como protagonistas a pastores que actúan a título personal y que solamente representan a sus iglesias locales.

 

Las invitaciones para la primera cita fueron confidenciales, y los promotores dijeron que la reunión sería sin cámaras de televisión ni periodistas. Sin embargo, el mismo día el programa La ventana indiscreta, de Cecilia Valenzuela, dio cuenta de la reunión, donde también participaron ex-candidatos congresales que obtuvieron 400 o 500 votos.

 

En el caso de los promotores el pastor Julio Rosas representa a la iglesia Alianza Cristiana y Misionera, de San Martín de Porres; el pastor Miguel Bardales representa a la Iglesia Bíblica Emmanuel, de La Molina; y el señor Obed Álvarez representa a la misión AMÉN. Por su parte, el pastor Rodolfo Gonzales representa al Movimiento Misionero Mundial.

 

Creemos que las reuniones orgánicas deberían tener como protagonistas, más bien, a las instituciones representativas de la comunidad evangélica: el Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP) y la Unión Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú (UNICEP), en ese orden.

 

El CONEP tiene sesenta y cinco años de vigencia y su trabajo es conocido dentro y fuera de la iglesia, con una actuación descollante durante la guerra interna en favor de los hermanos sufrientes. También activa en el Acuerdo Nacional, ente que aglutina a los partidos políticos y a los organismos de la sociedad civil, y que diseña las políticas que deben implementar los gobiernos de turno.

 

UNICEP fue creada hace cuatro años y su trabajo todavía es escaso, pero representa a las iglesias independientes y carismáticas. El CONEP tiene como miembros a las denominaciones evangélicas y a las entidades paraeclesiásticas.

 

Preocupa también el silencio de los presidentes Rafael Goto, del CONEP, y Robert Barriger, de UNICEP, ante los hechos suscitados. También del pastor Humberto Lay, ex-candidato presidencial del partido Restauración Nacional.

 

Tenemos conocimiento de que el CONEP ha enviado una carta al presidente García pidiendo cita para extenderle su saludo y para explicarle algunas tareas donde está comprometida la iglesia evangélica. La carta sigue esperando respuesta.

 

Mientras tanto los pastores visitantes han creado la institución ?Consejo Nacional de Pastores Evangélicos del Perú? para formalizar, de alguna manera, su relación con las autoridades del gobierno que se instalará el 28 de julio.

 

Creación que nos hace recordar a tantos entes gaseosos ideados en la iglesia para fines poco claros: ?Asociación Mundial de Mujeres Evangélicasí, ?Fraternidad Nacional de Pastoresí, ?Universidad Cristiana Internacional?, entre otros.

 

Reiteramos. Si los evangélicos desean establecer puentes con el gobierno entrante, deben hacerlo a través de sus instituciones representativas.

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