Los hijos del Pastor Eli

LOS HIJOS DEL PASTOR ELI

Si alguien peca contra persona, Dios le servirá de arbitro; pero si peca contra el Señor, ¿Quién podrá interceder por él?  No obstante, ellos no le hicieron caso a la advertencia de su Padre, pues la voluntad del Señor era quitarles la vida?

I Samuel 2:25

 

El tabernáculo se había establecido en Silo cerca de Betel, en esta tienda de reunión habitaba el Señor.  No era un lugar de culto colectivo donde el pueblo se encontraba con Dios, sino el lugar que Dios escogió para tener su cita con su pueblo.

 

Las generaciones futuras deberán ofrecer siempre este holocausto al Señor.  Lo harán a la entrada de la tienda reunión, donde yo me reuniré contigo y te hablaré.  Y donde también me reuniré  con los israelitas.  Mi gloriosa presencia santificará ese lugar? 

Éxodo 29:42-43.

 

Y sería el linaje de Aarón el escogido para oficiar como sacerdotes en este lugar santo:

 

Aarón y sus hijos deberán mantener las lámparas encendidas toda la noche en presencia del Señor, en la tienda de reunión.  Esta Ley deberá cumplirse siempre, por todas las generacionesí

Éxodo 27: 20-21.

 

Ofni y Fines eran todavía muchachos el día que recibieron el título de sacerdotes, cuando llegó ese día la expectativa de estos hermanos no eran el honor de ser siervos del Dios Altísimo, más pareciera, por ejemplo que estaban pensando como les quedaría el Efod.

 

-Papá, ¿A qué hora me pondrán las vestiduras sacerdotalesí-

-¡Yo no quiero la túnica púrpura, me gusta más el color escarlata!-

¡Yo vi primero el manto bordado de oro, Ofni tú quédate con el bordado de plata, el oro es mío!-

-Papá yo no quiero usar el turbante, ¡Ya pasó de moda!-

-Y por si acaso yo no usaré la faja, eso es para ti Fines porque estas gordo?-

-Papá, ¿puedo quitar las campanillas del manto? Es que me molesta que suenen cuando camino-

-¡Y a mí no me gustan los calzoncillos de lino! ¡De ninguna manera me los pondré!-

 

La belleza de la vestidura sacerdotal otorgaba honor y dignidad, las piedras de ónice, las cadenillas de oro puro, la placa grabada Consagrado al Señor? eran el tesoro más preciado del linaje de Aarón y ahora serían Ofni y Fines quienes las explotarían.

Pero estos chicos no tomaban en serio al Señor, en realidad eran hijos del sacerdote, pero eso no era garantía que certifique que tenían comunión con Dios.

El que hubieran escuchado de Dios de muy pequeños, el haber crecido en el templo, o el que fueran del linaje sacerdotal nunca fueron garantía para asegurar su salvación.  Ellos creían ?conocer? de Dios, pero su conocimiento era simplemente una admisión intelectual, hipotética y dudosa.

Conocer al Señor implica tener comunión con él, reconocer su dominio sobre nuestras vidas, valorar cada una de sus palabras.

Los hijos del pastor Elí creyeron que tenían el derecho de innovar la fe de su padre, el tiempo moderno exigía cambios frescos y menos conservadores y formalistas, así convirtieron un acto solemne en una práctica egoísta y religiosa. 

 

Dame carne para el asado del sacerdote, pues no te va a aceptar carne cocida, sino cruda.  Y si el hombre contestaba: Espera a que se queme la grasa, como es debido; luego podrás tomar lo que desees, el asistente replicaba: No dámela ahora mismo; de lo contrario, te la quito por la fuerza.  Así el pecado de estos jóvenes era gravísimo a los ojos del Señor pues trataban con desprecio las ofrendas que le pertenecían?  I Samuel 2:15-17.

 

-¿Qué se habrán creído estos pecadoresí, si mi padre acepta carne hervida es porque no tiene dignidad ni carácter, yo no quiero carne sancochada, a mi me gusta a la parrilla, ya verán estos israelitas,¡ se tendrán que acomodar a este nuevo estilo de sacerdocio!-

Levítico 3:16; 4:10; Números 6:19-20; Deuteronomio 16:7.

 

Por otro lado Samuel, el pequeño ayudante de Elí, no era su hijo de sangre, pero Dios le había dado el privilegio de servir en el santuario junto con el sumo sacerdote.   Cuando el pequeño ayudante veía las atrocidades que cometían los hijos de su maestro, se rascaba la cabeza sin comprender nada, imagino que miraba la ropa de ellos, era tan solemne, significaba tanto para él, su madre Ana le había contado sobre el privilegio de ser un siervo de Dios, le había hablado de aquellos grandes pastores de Israel, le había contado sobre la majestuosidad de la ropa diseñada por el propio Dios.  Pero estos Ofni y Fines habían hecho tantos cambios, que era difícil imaginarse que fueran súbditos decentes del Tabernáculo de Reunión.

Samuel vestía sencillamente, su túnica no tenía mangas, le quedaba hasta la rodilla, cada año mientras crecía su madre le cocía un nuevo traje de lino, si, sus ropas eran humildes, pero su madre lo alentaba diciéndoles que lo más importante era la belleza de su corazón.

Elí sonreía cuando Ana llegaba a visitar al joven Samuel cada año.  Se le veía tan hermosa, su corazón limpio embellecía aún más su rostro.

No podía dejar de comparar a esta familia con la suya, por un lado esta fiel mujer y su regalo concedido y por el otro sus hijos naturales, la vergüenza de Silo.

 

-Querida Ana que el Señor te conceda más hijos como Samuel.  Y tú Elcana serás bendecido por haber entregado tu hijo al Señor?-

 

Esta bendición brotó casi como un grito en la boca de Elí, alegría por ellos, tanta pena por su vergüenza. 

 

-Oh si que esta pareja tenga más hijos como Samuel, que tengan hijos temerosos de Diosí-  Pensaba el anciano en su corazón.

 

Un día amargo Elí se terminó de enterar de algo que en el fondo de su corazón siempre había conocido, lo peor de todo era que ya no sólo se lo hacían a él, ahora quienes sufrían eran todo el pueblo de Dios.  ¡Sus hijos se estaban acostando con las mujeres a la entrada del santuario!  Deuteronomio 23:17

Ya era el colmo, Elí había aguardado mucho, hablaría por fin con ellos:

 

-Hijos míos por qué se comportan así, todo el pueblo me habla de su mala conducta, no es nada bueno lo que se comenta de ustedes-

 

Elí reprendió a sus hijos, pero no los removió del cargo sacerdotal, Ellos habían persistido en una actitud perversa desde el inicio de su ministerio pero el no hizo nada por poner orden.

 

-¡Que diferente era Samuel! Él seguía creciendo y ganándose el aprecio del Señor y de la gente-

 

El anciano Elí había escogido honrar a sus hijos en vez de honrar a Dios, Un profeta vino en nombre de Dios y le hizo saber que el juicio divino ya había sido hace tiempo declarado:

 

Por cuanto has hecho esto, de ninguna manera permitiré que tus parientes me sirvan, aún cuando yo había prometido que toda tu familia me serviría siempre.  Yo el Señor lo afirmo.  Yo honro a los que me honran y humillo a los que me desprecian?  II Samuel 2:30

 

Todos tus descendientes morirán en la flor de la vida?  II Samuel 2:34

 

Nuestra familia no tiene linaje sacerdotal, cada uno fue llamado un día especial y cada uno decidió obedecer la voz de Dios.  Mi padre y mi suegro sirvieron al Señor por muchos años, pero esto no fue la garantía para que hoy mi esposo seamos pastores, y tampoco me asegura que mis hijas serán salvas.  Tengo una responsabilidad muy grande, enseñarles a Honrar a Dios, enseñarles a temer al Señor.

Tú tampoco tienes un linaje sacerdotal, pero Dios un día te llamó, te enseñó a tener comunión con él, ahora que le conoces y escuchas sabes cuánto quiere seguir transformándote, sea que estés en el pastorado o que sirvas como creyente en tu Iglesia, no olvides de enseñarle a tus hijos a que conozcan personalmente al Señor con quien intimas cada día.

No te atrevas  a darlo por hecho, la salvación no es herencia, la santidad no es una vacuna que la pones un día y descansas toda la vida, aunque te aferres a las promesas de salvación tu y tu casa serán salvos solo si ellos le llegan a conocer y  honrar con todo su corazón.

Muchos pastores consiervos amados fracasaron en sus ministerios porque olvidaron este deber, la historia de Elí es para nosotros, honremos al Señor, nuestros hijos no deben ser los privilegiados, ellos no merecen tu honra, sólo Dios es digno de honor y alabanza.

 

Martha V. de Bardales

Iglesia Bíblica Emmanuel

Lima, Perú

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