Los Amigos De Job ¡Vaya amigos!

Los Amigos De Job

«Tres amigos de Job se enteraron de todo el mal que le había sobrevenido, y de común acuerdo salieron de sus respectivos lugares para ir juntos a expresarle a Job sus condolencias y consuelo: Ellos eran Elifaz de Teman.  Bildad de Suah y Zofar de Namat. Job 2:11

Cuando los amigos de Job se enteraron de la desgracia que le había sobrevenido corrieron a visitarlo con la idea de consolarlo, no habían entrado a la ciudad cuando lo divisaron de lejos, lo habían expulsado de su propio dominio, sentado en el estercolero reposaba el probado Job, con cenizas en la cabeza y con un tiesto en la mano con que se rascaba la poca piel que le subsistía apenas sana.

Sólo lo vieron de lejos y casi no lo pudieron reconocer, entonces lloraron, se rasgaron las vestiduras, también ellos se echaron cenizas y por siete días ninguno de ellos se atrevió a decirle nada, era como si Job hubiese muerto, era necesario respetar su dolor, el luto y olor a muerte sellaban la amargura de los cuatro amigos.?Que bueno fue que guardaran silencio por esos siete largos días, me parece que callados fueron más de ayuda que cuando comenzaron a hablar, será porque eran mayores que él llegaron a creer que «debían ponerlo en su sitio» o ayudarlo a recapacitar sobre el motivo del castigo divino.

«Las canas y la edad están de nuestra parte, tenemos más experiencia que tu padre» Job 15:10

Después de aguantarse por siete días los amigos de Job tuvieron el tiempo suficiente para pensar bien en sus argumentos, testimonios en contra, pruebas irrebatibles, señales y evidencias que despacharían sin control en sus grandes sermones de exhortación, que más que consuelo le parecieron a Job peroratas interminables, pinchazos dados con pedantería más que lealtad.
«A esto Job refuto: Cosas como éstas he escuchado muchas: ¡valiente consuelo el de todos ustedes! ¿No habrá fin a sus peroratas»  Job 16:1-2

«Si estuvieran ustedes en mi lugar ¡También yo pronunciaría bellos discursos en su contra, meneando con sarcasmo la cabeza! Job 16:4

¡Ay! que pena que los amigos de Job tan ricos y poderosos como fue Job viendo sus penurias en vez de tratar de comprender la situación del amigo, se dejaron llevar por la opinión popular de los vecinos que lo echaron al estercolero, por las noticias que decían que había perdido la integridad, por la propia testigo principal, la esposa y víctima que tuvo que padecer pérdidas por el pecado de este condenado a muerte.

El problema de los amigos de Job no radicó tanto en lo que creían saber, sino en lo que no sabían: El gran propósito de Dios en permitir que Satanás abofeteara a Job. Por no haberse dado el tiempo para meditar en el propósito de Dios al probar a su siervo, se dejaron llevar por su propio esquema mental y aunque tuvieron una buena intención fácilmente se dejaron arrastrar por el prejuicio e inmediatamente descargaron con una gran oratoria  todos los recelos guardados dejando de lado la honrada lealtad:

«Yo que tú» le dijo Elifaz a Job: «Si fuera yo, si se tratara de mi?»  Job. 5:8

«Si tus hijos pecaron, Dios les dio lo que su pecado merecía» le dijo Bildad Job 8:4

«Mi inteligencia me obliga a responderte?» le replicó Zofar. Job 20:3

«¿No es acaso demasiada tu maldad e incontables tus pecados?» Volvió a la carga Elifaz.

¿Cómo puedes declararte inocente ante Dios? Si a sus ojos mucho menos es el hombre, simple gusano, ¡mucho menos el hombre, miserable lombriz! Le impugnó otra vez Bildad ¡ahora sin medias tintas!

Todos ellos se hicieron prisioneros de sus esquemas mentales, y ese pensamiento simple no les dejó ver lo evidente, solo apelaron a lo que vieron, Dios les pudo revelar el corazón de su amigo, él conoce las intenciones del corazón y sólo él las puede revelar, pero ellos no fueron dignos de percibir esta verdad porque el prejuicio los había ofuscado, no fueron merecedores de vislumbrar el propósito de Dios para su siervo Job porque sufrían de ceguera espiritual.?¿Qué tal amigo eres en los momentos de prueba o tentación? ¿Te falta tacto a veces Escucha la voz de Dios diciéndole a Elifaz:

«Estoy muy irritado contigo y con tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad, mi siervo Job orará por ustedes, y yo, atenderé a su oración ?y no los haré quedar en vergüenza.  Y conste que, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad» Job 42:7-8

Job fue restaurado cuando oró por sus amigos, sin resentimiento, ni pena, ni deseos de darles su merecido, él no tuvo argumentos para devolverles con su propia paga lo que merecía, ¿para qué? Si el defensor salió a su favor.?Aprendamos a conservar a los amigos, más que consejos necesitan compañía y socorro en momentos de soledad.

Dios los bendiga mis amigos amados

Martha Bardales.

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