Cuidado Con La Distracción

Cuidado Con La Distracción

«…y para que sin impedimento os acerquéis al Señor» (1 Corintios 7:35).

Si un ni?o está bromeando con algo que usted no quiere que bromee, ?cómo podr? retirar de su mano? Si toma a la fuerza, llorar? por horas. La mejor manera es distraer suya atenci?n con otras cosas interesantes. Mientras suya atenci?n está desviada usted podr? retirar y esconder el juguete. Es exactamente de esta forma que el demonio nos intenta. Usa los anzuelos de la riqueza, de la fama o del placer para nos distraer y tomar, de nuestros corazones, la confianza en
Dios.

?Tenemos nosotros permitido que el demonio nos distraiga con los placeres de este mundo? ?El deseo de poseer muchos b?rtulos y la vanidad de nos tornemos famosos han sustituido, como prioridad, la nuestra fe, amor y comuni?n con Diosí

El demonio sabe que nada puede proporcionar más alegr?a y dicha de lo que estarlo en la presencia del Señor, adorar Su santo nombre, caminar bajo Su protecci?n, tener los pecados perdonados y el nombre escrito en el Libro de la Vida. Pero sabe también que las luces enga?adoras de este mundo
provocan un fasc?nio en la vida de aquÉllos que no están aún firmes espiritualmente y es la oportunidad que Él tiene de alejar los hijos de Dios de Su maravillosa presencia.

Necesitamos estar atentos y seguros en las mano de Jesus. Necesitamos colocar nuestras vidas en Su altar y pedir que no permita cualquier distracci?n. No queremos ser enga?ados de forma alguna por las astutas celadas de aquÉl que, ya derrotado, intenta también sacar nuestra victoria.

La victoria es nuestra por la sangre de Jesus. Queremos conservarla por todo el eternidad.

Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet

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