¿En Mi Embarazo Me Tomo Vacaciones de Dios? Y Excelencia Personal

Hola mis amados:

A veces en la vida tomamos pretextos para no hacer algo que pensamos no está bien, pero con respecto a las cosas de Dios no debe haber nunca vacaciones y mucho menos cuando estamos embarazadas, es ahí cuando mas cerca de El debo estar y no dejar de ir a la iglesia, porque mi alma necesita de Su alimento y solo El lo proporciona, asi que no debemos poner esto de excusa sino ir prestas y gozosas a recibir de Su presencia y Palabra Santa que es nuestro sustento diario.

¿EN MI EMBARAZO ME TOMO VACACIONES DE DIOS?

Cuando llega la noticia de que vas a ser ‘mamá’, hay una explosión de emociones y sentimientos que se desarrolla en cada mujer. Esperamos ansiosas que pasen los nueve meses para poder experimentar el privilegio de ser mamá. Sabemos que Dios es el autor de esta hermosa historia de la que vamos a ser protagonistas.

La condición en la que estás por este acontecimiento, no es un obstáculo para servir a Dios, sino que por el contrario, necesitas a Dios en este proceso, no solo por la necesidad de darle a Dios de tu gratitud, sino para desarrollar en tu hijo el anhelo de pasar tiempo con Dios desde su gestación. Recuerda que tu bebé es una parte tuya durante estos nueve meses y que todo lo que sientas en comunión con Dios, tu hijo lo va a sentir, y todo lo que recibas, el también lo va a recibir. Te diría que lo más importante es que pases tiempo con Dios y ocupada en sus labores, no solo por lo que va a generar en el corazón de tu bebé, sino también en el tuyo.

Tal vez pensaste que tu embarazo es un motivo para dejar las actividades que tengas con Dios, que solo tienes que dedicarte al bebé y a ti. No dejes que esas mentiras te alejen de tu Creador, recuerda que Dios nos hizo mujeres fuertes y valientes y si Dios todo lo puede, ¡Cuánto mas nosotras que somos semejantes a El! Somos sus hijas y El traerá descanso a tu corazón y a tu cuerpo.

El sabe de todas tus necesidades, entiende tus miedos y todas las preguntas que pasan por tu mente; por eso permítele que te acompañe en este hermoso camino que has emprendido; El quiere mimarte y darte todo su amor.

Ten Calma. Él sí está; y si está, todo, todo te va a salir bien.

No dejes ninguna de tus actividades en la iglesia, porque el Señor a sus ángeles mandará cerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos…

EXCELENCIA PERSONAL.

por Marcos Witt

Hace algún tiempo, escuché a un jovencito de 15 años, a quien sus padres le enseñaron la importancia de vivir una vida más allá del nivel de mediocridad, decir: “No soy yo quien debe seguir al resto de mis compañeros de escuela, pues no conocen a Dios y están a la deriva. No saben hacia dónde se dirigen. Ellos deben seguirme a mí. Yo sé a dónde voy y a quién sigo. Entonces se darán cuenta que seguir al Señor traerá excelencia a todas las áreas de su vida”.

Al oír estas palabras, comprendí que esta generación de jóvenes que tiene un real protagonismo y anhela alcanzar la excelencia personal, ética, profesional, social, financiera y emocional, se transformará en testigo excelente ante un mundo en búsqueda. Este joven será un excelente testigo de la obra completa de Dios en una vida.

A través de toda la Biblia, Dios estableció un modelo de excelencia. Él quería mostrarnos cómo se debe vivir. Nos trajo vida en abundancia, paz y redención. El propósito era mostrarle al mundo que se puede vivir de otra manera. Es posible vivir una vida distinta: Una vida de excelencia.

Embajadores de la Excelencia

La excelencia debería ser un compromiso constante en nuestro camino. Debería atraer a los demás de la misma manera que las moscas son atraídas a la miel. El Señor es excelente en todos sus caminos, y todo lo que ha hecho lo hizo con excelencia. Somos sus representantes en esta tierra, y debemos manifestar su excelencia porque somos portadores de Su gloria.

Por ejemplo: su Palabra es excelente. El Salmo 76:4 declara: “Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza”. La palabra “poderoso” significa “majestuoso, grande, excelente”. Job 36:22 dice: “He aquí que Dios es excelso en su poder. ¿Qué enseñador semejante a El?”.

Es increíble pensar que por cada lugar donde caminamos, lo hacemos con Su gloria dentro de nosotros. Eso debería influir grandemente en las personas que nos rodean. La gloria de Dios debería afectar positivamente a nuestra familia, nuestros amigos, el gobierno y la sociedad. La pregunta que me hago es: ¿Cuánto realmente estamos afectando al mundo con la gloria del Señor que mora en nosotrosí El profeta Isaías declara:

“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria del Señor ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá el Señor, y sobre ti será vista Su gloria”.

– Isaías 6 0: 1

Cuando regresamos a nuestra casa luego del trabajo, ¿qué ve nuestra familia en nosotrosí Cuando entramos en nuestro lugar de trabajo, ¿qué ven nuestros compañeros en nosotrosí Ellos deberían ver la gloria de Dios para que, como dijo Jesucristo: “vean nuestras buenas obras y glorifiquen al Padre”.

Cuando caminamos por la tierra, somos portadores de Su presencia. No importa dónde estemos, la presencia del Señor va con nosotros.

Cuando llegamos al trabajo con la presencia del Señor, estamos muy bien acompañados. Cuando asistimos a una reunión social con la presencia del Altísimo Dios, estamos bien acompañados.

Nunca olvidemos que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y, en todo lugar donde estemos, seremos un templo que llevará al Espíritu Santo (ver 1 Corintios 6:19). Caminamos sobre esta tierra llevando la presencia del Altísimo Dios con nosotros, y eso se evidenciará con la forma en que nuestra luz alumbre delante de los hombres. Como consecuencia de ello, al ver nuestras buenas obras, dice Jesús que los hombres deberían glorificar al Padre que está en los cielos.

Al mismo tiempo, somos portadores de Su carácter. Sabemos conscientemente que a nuestro carácter le hace falta un ajuste. Pero somos portadores del carácter de Dios, y cada día se imprimen en nosotros Sus características.

“Sed santos, porque Yo soy santo” (1 Pedro 1:16). Cuando nos referimos al carácter de Dios, hablamos de Su justicia, Su santidad, Su integridad, Su humildad. Las personas que nos rodean necesitan ver el carácter de Dios en nuestros tratos de negocios, en la integridad en nuestra vida. Si tenemos el carácter de Dios operando en nuestra vida, la gente se dará cuenta que hay algo distinto en nosotros, que pensamos de otra manera, que vivimos y actuamos de otra manera. Esto debería dar como resultado el que glorifiquen a Dios al observar nuestras decisiones y actitudes.

Somos portadores de la personalidad de Dios. En el libro de Gálatas capítulo 5, se encuentra la lista del fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Esa es la personalidad de Dios, y debería ser la nuestra. Como cristianos comprometidos con el Señor, tenemos la gran responsabilidad de producir frutos que respondan a la calidad y personalidad de nuestro Dios.

Este artículo ha sido tomado del libro:

Una vida de excelencia

por Marcos Witt

Es muy cierto lo que nos comparten aca en este mensaje, porque al tener en nuestro corazon la presencia de Dios, la debemos llevar siempre, entonces trasmitir Su Gloria y todo lo que de El hay en nuestro interio, asi vamos en camino a la excelencia cada dia al obedecer, encarnar y poner en practica Su divina Palabra, por tanto que demos ese fruto especial para El para que se goce de ver que en verdad somos Sus hijos.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.

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