CUANDO LA MUJER SE ENFRENTA AL DIVORCIO

Por: Lic. Soraya Canales

Sin duda, en todas las iglesias existen mujeres con distintos problemas familiares. Es triste, pero real, encontrar mujeres enfrentando sus problemas con muchas tensiones y a la vez desilusionadas con Dios. Muchas piensan que en Dios los problemas se acabarán, pero la verdad es otra, la vida continúa y sus problemas también. La Biblia muestra a mujeres que son ejemplo para el creyente, pero que a la vez, más de alguna de ellas sufrió por algún problema.
El interés de este artículo es presentar la posibilidad o la alternativa del divorcio en el creyente. ¿Puede la mujer creyente pensar en el divorcio? ¿Qué dice la Biblia con respecto a este tema? ¿En qué casos se puede optar por un divorcio? Cuando se habla de divorcio, viene a la mente de las personas una inmensidad de problemas con los cuales se relaciona este tema. Mujeres maltratadas, engañadas, hijos abusados, maltrato psicológico, etc. Antes de comenzar, es preciso plantear el problema. A continuación se presentará un esbozo acerca del tema para su mejor comprensión.
Es importante mencionar que existen muchos casos en los cuales se puede pensar en la opción del divorcio. El objetivo no es presentar o dar a conocer circunstancias en las que hay que reflexionar para tomar esta decisión. Simplemente se quiere presentar lo que dice la Biblia acerca de este tema y si la mujer tiene opciones para tomar la decisión del divorcio. Cuando se habla del divorcio, se estará suponiendo que hay una relación matrimonial de más de un año de casados y que la mujer es creyente, es decir, que puede ser el caso de que el esposo sea o no creyente.
El 95% de las mujeres latinas tienen algo en común, es decir, que muchas mujeres ven un comportamiento considerado «normal» en el hombre. Para algunas, existe el hombre infiel, abusador, aquellos que maltratan a su mujer física y psicológicamente, los machistas, etc., este tipo de hombres siempre serán considerados «normales» para estas mujeres, ya que la sociedad y los medios de comunicación influyen para que se acepten estos malos conceptos. Es por eso, que algunas de ellas continúan en relaciones que afectan su vida de maneras muy particulares.
Con todo, hay quienes creen que existen varios factores por los cuales la mujer soporta tantos «malos ratos». Entre algunos de estos factores se encuentran: el factor económico, afectivo, de género, de educación y hasta cultural. Cada uno de ellos podría explicar más de alguna razón por la cual la mujer no ha llegado a considerar un posible divorcio en su vida.
La Biblia habla sobre este tema, y también enseña del amor y el perdón. Para Dios lo ideal siempre será mantener una relación matrimonial basada en amor y perdón y que sea para toda la vida. Pero la Biblia también dice que Dios es amor y que ese amor fue hecho para cada uno de sus hijos. También la Biblia presenta a la mujer como un vaso frágil ante el hombre y como tal debe ser tratada. Como creyente, la mujer vale mucho más de lo que pudiera imaginarse delante de Dios. La mujer fue creada a imagen de Dios al igual que el hombre y como tal tiene derecho a ser una persona digna de ser hija de Dios.
Marcos 10: 11-12 dice lo siguiente: «les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio». Según algunos historiadores, para los romanos estas palabras podían tener gran significado, pues de acuerdo con las leyes romanas la mujer podía pedir el divorcio. Sin embargo, para los judíos, tal acción no era permitida. Por otro lado, Mateo 5:32 dice lo siguiente: «Pero yo os digo que todo el que repudia a su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer repudiada, comete adulterio». En primer lugar, está claro que este pasaje no contradice al anterior, más bien Mateo aporta con sus palabras al pasaje de Marcos. Se cree que existían dos corrientes con respecto a este pasaje. Algunos pensaban que el hombre podía divorciarse de su mujer por cualquier razón. El otro grupo de personas, sostenía que solamente podía darse el divorcio por una ofensa grave. Para otros, parece que Dios permite el divorcio y puede contraer nupcias nuevamente sin cometer adulterio.
Lo más indicado delante de los ojos de Dios es el amor y el perdón dentro de la relación matrimonial. Sin embargo, si la mujer sufre algún tipo de maltrato físico, psicológico, abuso o que posiblemente su vida y la de su familia corre peligro, la mujer puede tener la opción de pensar en el divorcio e incluso llegar a realizarlo. Dios comprende cualquier situación humana, pues el hombre y la mujer son creación suya. Por lo tanto, Dios permite repudiar todo tipo de situación que sea desagradable ante él y que ofenda a su pueblo, y principalmente que rebaje la dignidad de una de las creaciones más frágiles, la mujer. Esto pues, considerado un orden de prioridades, ya que la ley en sí cuando se observan situaciones como estas, no se puede optar por pensar en blanco y negro. No es tampoco una ética de situación. Alvin Thompson comenta: «Hay mandamientos, reglas o comportamientos que es claro que siempre es pecado y no hay espacio para decir que son aceptables. Pero, al mismo tiempo hay los que, para prioridades más altas son aceptables».
Es importante tener siempre en cuenta que ante cualquier circunstancia Dios quiere que todos y cada uno sea transformado por medio de su poder y que el creyente viva en amor y perdón, conservando el matrimonio para toda la vida hasta que él mismo decida separarlos.

 

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