Cuando pasen los años

 GRATITUD DE AMIGO

    Por la amistad que me profesas,
    Por mis defectos que no notas,
    Por mis valores que estimulas,
    Por mi fe que alimentas,
    Por esta paz que nos transmitimos,
    Por este pan de amor que repartimos,
    Por el silencio que dice casi todo,
    Por esa mirada muda que reprueba,
    Por esa mirada que dice:  ¡Amigo, vas hacia adelante!,
    Porque no te callas y no consientes,
    Por la pureza de estos sentimientos,
    Por estar presente en todos los momentos, aún cuando estás ausente,
    Por ser feliz cuando me ves contento,
    Por estar triste cuando estoy entristecido,
    Por reír conmigo cuando estoy alegre,
    Por reprenderme cuando estoy equivocado,
    Por mi secreto que siempre guardaste,
    Por tu secreto que sólo yo conozco,
    Por darme cuenta que apenas lo merezco,
    Por ese amor fraterno tan constante,
    Porque en cada instante me acercas a Dios,
    Por todo esto y mucho más yo te digo:
 
Dios te bendiga, mi querido amigo
 
Escrito por: El Padre Zezinho
 
    EL SIGNIFICADO DE LA BENDICIÓN

La bendición invoca el apoyo activo de Dios para el bienestar de la persona, habla del agradecimiento, confiere prosperidad y felicidad en la persona que recibe buenos deseos de nuestra parte.
 
La bendición comienza en el hogar, en las relaciones de padres e hijos. Los niños que reciben el regalo de la bendición de parte de sus padres, tienen un buen comienzo espiritual y emocional en la vida. Reciben un firme fundamento de amor y aceptación. Este principio también se aplica a la íntima relación de pareja. Las amistades se profundizan y fortalecen, la hermandad de las Iglesias se incrementa, trayendo compañerismo, sanidad y esperanza a muchos que nunca han recibido una palabra de bendición.

El poder de la vida y la muerte está en la Palabra.  Al bendecir, se otorga vida, no sólo al que recibe la bendición, sino también al que la da.  Por eso, hoy te bendigo.  Aunque no te conozco, mi bendición va para ti, porque al bendecirte de todo corazón, me bendigo a mi misma.  Reparte bendiciones donde vayas, no sólo de palabras, sino de hechos.  Ellas volverán a ti, cuando menos lo esperes.
 
En general, la persona que vive en la presencia de Dios, amándole y obedeciéndole, goza de la bendición divina.
 
Un Abrazo y que Dios te bendiga;

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