30 mar 2007 | 01:57 CET
El método del buscador, llamado máquina estadística de traducción, no se basa en programar reglas gramaticales y diccionarios, sino en textos ya traducidos.
Google no se basará en expertos de idiomas que programen reglas gramaticales y diccionarios, en lugar de eso emplea documentos humanos que ya han sido traducidos en dos lenguas y entonces confía en que el ordenador distinga patrones para futuras traducciones.
Aunque la calidad no es perfecta, supone una mejora frente a esfuerzos previos de traducciones a través de una máquina, dijo Franz Och, un alemán que dirige los servicios de traducción de Google en su sede en Mountain View, al sur de San Francisco.
«Algunas personas que utilizan máquinas de traducción durante un tiempo y luego ven nuestra versión árabe-inglés dicen que es sorprendente, que es un gran adelanto,» aseguró Och.
Och mostró una traducción de una página web en árabe en un inglés fácilmente comprensible. Sin embargo, dos trabajadores de Google que hablaban ruso dijeron que una traducción del inglés a su lengua nativa se entendía, pero era un poco torpe.
Sobre la prueba
Och, que habla alemán, inglés y algo de italiano, proporciona al ordenador miles de palabras de textos paralelos tanto en árabe como inglés, utilizando documentos de las Naciones Unidas como fuentes claves. Pero en idiomas sin suficientes textos traducidos, como algunas lenguas africanas, puede haber grandes obstáculos.
Por el momento, Google ofrece su máquina de traducción estadística en árabe, chino, ruso y en inglés desde http://www.google.com/language_tools.
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