Estudios Biblicos – APRENDIENDO A QUERERME

Aprendiendo a quererme

Jueces 11
Lo que Dios me dio es mío.
Cada mes de este año estaré bendecida, dijo Dios.
Y nadie quitará ni un gramo de esa bendición.
El que se ama así mismo atrae a la gente, porque nadie quiere estar con gente angustiada, de baja estima o espíritu de víctima.
Si nos amamos será más sencillo relacionarnos con los demás ya que desearán estar con nosotras.
Practicaré amarme.
El mundo está desesperado y busca líderes -hombres y mujeres- que le diga qué hacer.
Hay mujeres sentadas en un rincón de su casa llorando, con depresión, angustias, queriendo quitarse la vida y buscan que las lideren, que les muestren la salida y les digan que hay una solución.
Si te amas a vos misma y tomas las promesas de Dios, podrás transmitirlo a otras mujeres y transformarte en su líder.
Dios te prepara para que pongas las condiciones y no para que otros lo hagan.
Tres principios para amarse a sí misma.
1 -Marcar tu territorio.
Muchas veces no defendemos lo nuestro porque no sabemos ¿qué es lo que nos pertenece? ¿Cuál es nuestro territorio? ¿Qué es lo que Dios nos dio?
Vivimos la vida como prestada, como si fuéramos intrusos, no conocemos las riquezas que Dios nos soltó y son nuestra posesión. A veces ni siquiera opinamos porque no nos atrevemos a nada, hemos perdido autoridad delante de los hijos, de la pareja, de los padres, de quien sea, por no saber cuál es nuestro terreno.
Dios quiere que conozcamos nuestra herencia.
Jesucristo despojó al enemigo de todo y te lo entregó, todo lo que él tiene te pertenece y tenés la autoridad devuelta por Jesús.
La excusa, la razón que usás cada vez que tenés que conquistar algo es lo que te impide conquistar el territorio que Dios te dio.
Parece que sos "prudente", "respetuosa", "la mujer que cede el lugar a los demás". "Creemos ser "taradas" por no entender el mensaje", todas esas son excusas que verbalizamos o pensamos y que siempre son puestas ante una conquista.
Si no conquistaste tu terreno hasta hoy es porque hubo una razón o una excusa, que creíste  correcta.
La excusa siempre te hará perder porque otra mujer entenderá el mensaje y no le  interesará nada.
Dejá de observar, de estar sentada y buscá lo que Dios ya te dio. Sacá las excusas: "soy vieja", "no puedo", "mi marido no me da", "no me permite", "mis hijos ya son grandes", "no tengo tiempo", "es mucho esfuerzo para mí", "no tengo ganas" hay un territorio para poseer, y las excusas harán que tu territorio lo tome otro.
Muchas veces admiramos pero no  poseemos: "Me gustaría tener esto o aquello"
Aprendé a admirar y poseer.
El 2007 es un año de posesión.
A Dios le encanta cuando poseemos lo que ya entrego en nuestras manos -porque Él no quiere que lo tenga el enemigo-, cuando sus hijos se plantan en su territorio y dicen: "Esto es para mí., me pertenece y nadie me lo quitará. Soy una mujer esforzada y valiente y -como Jefté- seré líder de todos los que necesiten bendición, mi territorio es bendición."
Delimitá tu terreno.
Reconocé: "Nací para esto"; tal vez no lo sepas ahora pero preguntale al Señor y declará: "No voy a mirar más, lo que el Señor me regaló voy a poseerlo."
2- Priorizar.
 
Más de la mitad de las mujeres casadas se sentían desdichadas, eran las más infelices mientras que el hombre casado era el más feliz.
En la década del sesenta, se descubrió que se sentían infelices porque todas sus expectativas estaban puestas en la vida matrimonial. Se dieron cuenta que "no era lo que ellas imaginaban" y sufrieron una crisis de identidad que ya no les conformaba.
Actualmente, otras investigaciones similares  dieron un resultado distinto, las mujeres más felices son:
  1. las casadas que trabajan fuera de la casa,
  2. las solteras que trabajan fuera,
  3. las solteras que se quedan en casa
  4. las casadas que se quedan en casa.
Las casadas que trabajan afuera son más felices porque no ponen toda su estima en el matrimonio, en los hijos, en la casa sino que dividen ese valor en distintas áreas: profesión, casa, vida matrimonial.
La felicidad les da identidad y las hace sentir bien porque supieron priorizar.
Las mujeres más felices son las que no intentan hacer todo perfectamente y, las casadas más felices son las que además trabajan afuera.
Los hombres tienen un concepto equivocado: "Si hacés algo, hacelo cien por ciento bien", "tenés que hacerlo diez puntos"
Para ellos tenés que ir sumando puntos: treinta por ciento bien de mamá, treinta por ciento bien de esposa, cincuenta por ciento bien de profesional, veinte por ciento bien en la salud y mientras vas sumando entre una cosa y otra se hace el cien por ciento, abarcando todo.
Muchas mujeres priorizan diciendo:
"En esta etapa de mi vida, lo importante para mí, es desarrollar la profesional que está adentro mío." Y al priorizar lo profesional harán concesiones en otras áreas.
Si lo importante es lo profesional no te preocupes porque debajo de la cama haya basura, que no hayas limpiado.
Si la vida familiar es lo más importante y la ponés en primer lugar no te vas a preocupar por no tener éxito en tu profesión.
Al priorizar un área enriqueces ese aspecto y no todo el resto.

Las mejores empresarias y administradoras son mujeres; si sos buena profesional tu capacitación enriquecerá las otras áreas de tu vida.

Priorizar no quiere decir ser perfecta sino poner adelante del resto.
El uso de tus recursos y capacidades será de acuerdo a las prioridades.
Si priorizás tu vida profesional invertirás en tu educación, en el área  intelectual, en las herramientas necesarias para desarrollar tu profesión.
Si priorizás tu familia sabes que tenés que estar más tiempo con ellos, crear momentos con el grupo familiar.
Si priorizás el área emocional porque
sufriste en ese aspecto de tu vida, tendrás que invertir en un consejero para que te esté afirmando.
Al caminar desorientadas terminamos el año sin lograr nada, por eso debemos  priorizar.
3- Saber que tu destino es el éxito.
El éxito es tu derecho de nacimiento.
Dios nos hizo para el éxito y a los seres humanos nos cuesta creerlo -aun más que fracasar-, porque pensamos que no estamos preparados.
Desde el día de tu nacimiento Dios te selló con éxito. Éxito es tu identidad, y todo lo que hagas será exitoso tarde o temprano.
Tu destino es el éxito y nadie lo puede cambiar.
El Señor te irá mostrando hacia donde moverte, se abrirán puertas insospechadas, raras, y delante de ellas dirás: "Esto no tiene nada que ver con lo que oré, ni con mis dones, ni con lo que me preparé; me siento miserable, que no lo voy a poder hacer".
Pero tendrás coraje y cuando la atravieses soltarás un potencial que no sabías que tenías.
El Señor te dirá: "Entra" y te sentirás otra mujer porque saldrán las riquezas y tesoros de tu interior.
Debes entrar de la mano de Dios y con su sabiduría discernirás quien tienes a tu lado.
Hay gente que ya no tiene que estar más con vos, desenganchate emocionalmente y unite a gente sabia que te ayudará a lograr el éxito y también vos ayudarás.
Aléjate del que te dañó, necesitás caminar en libertad para poseer.
Sacá a los Lot que te acompañan hace un montón de tiempo.
Cuando una mujer sabe que es exitosa tiene en claro que, esté donde esté, todo será éxito, y todo aquel que esté a su lado también lo tendrá.
Cuando reconozcas que Dios te dice la verdad, que te acepta incondicionalmente y cree en vos, nadie podrá arrebatarte el éxito, se elevará tu estima a niveles inesperados.
Éxito es tu identidad.
Te puede pasar cualquier cosa pero siempre resurgirás. Hemos pasado situaciones difíciles, complicadas pero estamos acá y es la señal de que volvimos a levantarnos.
Las exitosas se juntan con exitosas porque han resurgido, Dios les dio su calor y se han vuelto a poner de pie para continuar con lo que Él comenzó.
Cuando decimos "eso es para mí", lo tomamos en fe y activamos algo y recibiremos.
Te tomé de los confines de la tierra, te llame de los rincones más remotos y te dije tú eres mi siervo. Yo te escogí, no te rechacé, así que no temas porque yo estoy contigo, no te angusties, porque yo soy tu Dios, te fortaleceré, te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa.
El Señor dijo: "Mi presencia está contigo y te daré descanso."
Marcharé al frente de ti y allanaré las montañas haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro, te daré los tesoros de las tinieblas y las riquezas guardadas en lugares secretos para que sepas que yo soy el Señor.
En los últimos tiempos daré a vosotros de mi Espíritu, hombres y mujeres hablarán de mi parte, a los jóvenes les hablaré en visiones y a los ancianos en sueños pero yo salvaré a todos los que me reconozcan como su Dios.
La tierra que van a poseer es tierra de montañas y valles regado por la lluvia del cielo, el Señor su Dios es quien la cuida, los ojos del Señor su Dios están sobre ella del principio al fin. Pero el que se refugia en mí recibirá la tierra por herencia y tomará posesión de mi monte Santo.
No temas porque no serás avergonzada, no te turbes porque nunca jamás serás humillada.
Decretamos que saldremos rápidamente de las dificultades, entenderemos que cada mes de este año tiene su bendición, tomaremos estas palabras y no las soltaremos.
Declaramos que seremos prosperadas económicamente, que lograremos lo que queremos, y aún más. No habrá escasez en ninguna casa y toda la familia será bendecida.
 
Pastora Alejandra Stamateas

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