Reflexiones Cristianas – Resignificado

RESIGNIFICADO

 

El Dr. Roberto Bedrossian, eminente médico y educador argentino, señaló en una reciente conferencia que «estamos viviendo un neopaganismo, en el que las prácticas del antiguo paganismo vuelven a estar vigentes y justificadas mediante la utilización de términos aceptables, agradables al oído humano».

 

Términos tales como «Tolerancia», «Progresismo», «Sexo», «Fundamentalismo», «Libertad», «Paz», «Sensación», «Espiritualidad», y otros tantos más (que por falta de espacio omitimos enumerar) han cobrado nuevos valores y significados en gran parte de nuestro mundo actual.

 

Por sobre muchas otras, considero que una de las palabras más desvalorizadas (empleada para múltiples objetivos, por cierto) es la que se refiere a la divinidad: «Dios».

 

En tiempos de elecciones no son pocos los políticos que recurren a la fraseología religiosa, creyendo que es el camino para atraer a un gran porcentaje del electorado. Tampoco se quedan atrás algunos gobernantes, que justifican sus acciones de Estado afirmando (explícita o implícitamente) que actúan «en nombre de Dios». Por otra parte, es cada vez mayor la cantidad de profesores universitarios (adscriptos a cierta forma de ateísimo militante) que colman sus horas-cátedra hablando de «los males de la religión». Y no podríamos ignorar, además, que el cambio de siglo ha generado en Occidente una especie de individualismo espiritual, cuya búsqueda ronda los confines del antropocentrismo.

 

¿Y para usted? ¿Qué significa la palabra «Dios»?

 

Thomas Merton escribió: «Para hallar el significado pleno de nuestra existencia, no debemos procurar el significado que esperamos, sino el significado que nos es revelado por Dios. El significado que nos llega desde la tiniebla trascendente de su misterio y del nuestro. No conocemos a Dios, y no nos conocemos a nosotros mismos. Entonces, ¿cómo imaginamos que podemos trazar nuestro curso hacia el descubrimiento de nuestra vida? Este significado no es un sol que sale todas las mañanas, aunque hemos llegado a pensarlo así, y en las mañanas que no sale lo sustituimos con alguna luz artificial nuestra para no admitir que esa mañana fue absurda» (Thomas Merton, El hombre nuevo, p. 14, Lumen).

 

El apóstol Pablo señaló en una de sus cartas: «Sólo hay un Dios, y sólo hay uno que puede ponernos en paz con Dios: el hombre Jesucristo. Jesús dio su propia vida para salvar a todo el mundo. En el momento oportuno, Dios nos demostró que quiere salvar a todos» (1 Timoteo 2.5-6).

 

Cuando perdemos el rumbo. Cuando dejamos de soñar. Cuando aplicamos la Teoría de la Relatividad para medir los valores de la vida cotidiana. Cuando nos hemos vuelto practicantes de la «religión» de la vida light. Es entonces cuando debemos volver a la Fuente. Es el tiempo de reencontrarnos con nosotros mismos. Es la hora de redescubrir a Dios, a través de Jesucristo, y advertir que nuestro objetivo en la vida es más que existir y disfrutar de algunas alegrías pasajeras: ¡se trata de permitir ser hallados por la Felicidad y ser guiados por el Significado que nos permitirá comenzar a vivir!

 

¡Buen Fin de Semana!

 

 

CRISTIAN FRANCO

 

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