(Isaías 1:19).
Una gran inundación destruyó completamente tanto la casa donde moraba como el local donde cierto hombre almacenaba todo que había cogido de su pequeña plantación. Él perdió, en pocas horas, todo lo que había construido en muchos años de su vida. Él no sabía lo que hacer y como cuidaría a su familia de allí para la frente. No tenía más nada en el mundo. A pesar de desolado, permaneció en el local aún por mucho tiempo, esperando que las aguas bajasen. Ha sido allí, escenario de su ruina, que el hombre, con el corazón partido y desencorajado, percibió algo diferente que estaba a la muestra en una excavación hecha por el agua. "Parece oro," dijo él. Y era mismo oro. ¡La inundación que lo había tornado pobre lo transformó en un hombre muy rico!
¿Cómo ha sido, para nosotros, el año qué está acabando?
Ciertamente muchos dirán que ha sido maravilloso, de grandes conquistas y victorias, de momentos de grande alegría y dicha. Muchos de nuestros sueños fueron realizados y nuestro corazón solo tiene motivos de gratitud a Dios por Él haber hecho grandes cosas en nuestras vidas.
Es probable que algunos también tengan mucho de lo que lamentarse. Ni todo dio cierto. Algunas metas trazadas nunca salieron del papel. Sueños y esperanzas jamás se concretaron. El año está acabando y no dejará añoranzas.
Pero una cosa necesitamos tener en cuenta. Hace tiempo para todo y Dios tiene siempre el mejor para nosotros en el tiempo cierto. Qué nos parecía ser un fracaso o una gran derrota puede ser el comienzo de una gran bendición que marcará concluyentemente la nuestra vida. Necesitamos esperar y confiar en el Señor. Él está mirando a nosotros.
Está cuidando a nosotros. Él nos ama y jamás nos dejará desamparados. Repare bien si por bajo de las tormentas que le asolaron este año no aparece el brillo dorado de las bendiciones que el nuevo año le traerá. No desaliente jamás.
Las tempestades y crisis pasan. La obscuridad de la noche luego da lugar al brillo encorajador del día.
¡Feliz Año Nuevo! ¡Con el Señor su año será muy feliz!
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