Si un libro tiene mil páginas, no podemos saber su contenido leyendo apenas cien páginas. No podemos conocer toda una ciudad caminando apenas en una de sus calles. No podemos conocer la Biblia si a leer una cuarta parte y desistimos de estudiarla por entero. La Biblia nos habla sobre las grandes cosas del pasado que necesitamos conocer y nos relata las grandes cosas del porvenir que necesitamos estudiar.
La Palabra de Dios es un guía para una vida plena de satisfacción y regocijo. Ella nos enseña a disfrutar lo mejor aquí en este mundo y nos preparapara un encuentro con nuestro Dios. Ella nos muestra el camino y nos guia por las aguas de descanso que nos llevarán a la eternidad.
Cuando estamos desanimados por los vicisitudes enfrentadas, cuando las incertidumbres inhiben nuestro proseguir, cuando la inquietude nos hace perder el sueño lo mismo cuando pensamos en abandonar el barco de nuestras aspiraciones, encontramos, en las Sagradas Escrituras, la fuerza, el aliento, la motivación para erguir la cabeza, mirar para el cielo y creer que todo es posible y que nada está perdido.
Necesitamos conocer la Biblia y el tesoro maravilloso que ella es para todos nosotros. Ella no es un libro para «pasemos los ojos» o «consultemos de vez en cuando», pero, como el aire que respiramos y a agua de que necesitamos todos los días, debe ser motivo de busqueda constante e incesante para mantener vivo nuestro espíritu y para que nuestra comunión con Dios sea completa.
Guarde en su corazón esta preciosidad que es la Palabra del Señor, y todos sus días serán colmados de grande placer.
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.