Dad, y se os dará;medida buena, apretada,remecida y rebosando darán en vuestro regazo;porque con la misma medida con que medís,os volverán a medir.Lucas 6:38.
El Señor Jesús dijo:Más bienaventurado es dar que recibir.Hechos 20:35.
Enriquecerse compartiendo
Interrogue a un economista y verá que no hallará ni uno que piense que el aumento de la productividad permite la mejora del nivel de vida consiguiendo así que los hombres sean más felices y fraternales. Cuando se produjo una real y significativa mejora, ¿que causó, sino decepción e insatisfacción debidas a la mala repartición, a nivel nacional y mundial, de las riquezas creadasí A esto se agregó otro problema, el desempleo.
Por su más extraordinario don, Dios permitió que el hombre accediera a un nuevo ambiente, el del amor divino, caracterizado por la acción de dar y no por la apropiación. Dios dio a su propio Hijo y Jesús se dio a sí mismo. El que cree en él entra en una nueva y feliz relación con Dios por medio del nuevo nacimiento, pues pasa a ser hijo de Dios.
Por su parte, el creyente se entrega «primeramente al Señor» (2 Corintios 8:5) y luego a sus hermanos. Ponerse a disposición de los demás libera del egoísmo, enriquece y es una manera de reflejar la generosidad de Dios. «En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos» (1 Juan 3:16).
La Biblia muestra que el verdadero sentido de la vida no se halla en la posesión de riquezas materiales: la felicidad consiste en tener una buena relación con Dios y con nuestros semejantes.
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