Reflexiones Cristianas – Brillando En los Momentos Difíciles

Reflexiones Cristianas – Brillando En los Momentos Difíciles

«Alegraos en el Señor y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón» (Salmos 32:11).

Este simple pero maravilloso epitafio está inscrito en una lápida ya desteñida por la acción del tiempo, en Inglaterra:

«En las peores ocasiones él hizo las mejores cosas».

Vivimos en tiempos difíciles; la degradación moral es enorme; muchos cristianos son negligentes; pero debemos permanecer fieles.  No importa lo cuanto el mundo esté malo, hagamos lo mejor que podamos.

¿Lo qué hemos hecho cuándo las cosas no van bien para nosotrosí  ¿Cuales han sido nuestras reacciones cuando el ambiente en el que vivimos está cercado de corrupción, mentira, deshonestidad, indiferencia, mesquinez, avaricia, egoísmo, envidia, etc?  ¿Nos Adaptamonos a él para quedarnos bien con todos o dejamos brillar la luz de nuestro Salvador en todas nuestras actitudes.

Como nos hemos portado cuando nuestra situación financiera no está buena?  ¿Cuales han sido nuestras palabras cuando perdemos el empleo o no pasamos en la Universidad para la cual estudiamos bastante?  ¿Que hacemos cuando trabajamos mucho y nos aplicamos en nuestras tareas y sentimos que nuestro esfuerzo no es reconocido?  ¿Mostramos nuestro mal humor para con todos alrededor?  ¿Murmuramos contra Dios por no habernos bendecido?  O ¿preservamos la confianza de que la victoria luego llegará

Es exactamente en las horas difíciles de nuestra vida que las personas necesitan ver Cristo en nosotros.  Sonreír cuando todo va muy bien es fácil.  Todos hacen eso, desde lo más religioso hasta el mayor ateo.  No somos alegres porque tenemos dinero, o un buen empleo, o cursamos la mejor Universidad.  No estamos siempre sonreiendo porque las personas se aliñan para saludarnos, ni porque somos aplaudidos en los momentos de éxito, ni porque todos nuestros sueños son realizados.  Somos felices porque estábamos perdidos y hemos sido hallados, porque nuestra vida era hueca y ahora llena de grandes propósitos, porque encontramos nuestro Salvador y Él ha realizado cosas fabulosas en nuestras vidas, porque somos hijos del Dios Altísimo, porque nuestro nombre está escrito en los Cielos.