Somos más que vencedores – Estudios Bíblicos

Somos más que vencedores

 

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:37

 

Dios no es un “dios derrotista”, al estilo de los paganos. Tampoco es un dios vengativo, como los dioses del Olimpo griego. ¡El es un Dios de victoria, y su pueblo es un pueblo que es llevador por El de victoria en victoria!

¿Por qué dice que somos “mas que vencedores”? Hubiera sido suficiente que dijera que “somos vence-dores”. Por alguna razón el escritor sagrado declara que somos “más que vencedores”. ¿Habrá sido solamente una exageración o emocionalismo del predicador?

Imagínese a un muchacho, fuerte, ágil, solido: Vocación deportista, profesión boxeador. Es sábado por la noche. ¡Tremenda pelea! La mujer, un tanto nerviosa no quiere presenciar la pelea en el coliseo, ni siquiera por televisión, ni tampoco oírla por la radio. Se queda comiéndose las uñas en la sala de su casa.

El adversario, terrible y fiero, es un peleador muy hábil reconocido como un gran noqueador: En la primera vuela le hincha el ojo derecho al muchacho, en la segunda le rompe la ceja izquierda, en la tercera le tuerce la nariz y le rompe la boca, y en la cuarta lo llena de moretones. ¡La pelea es demasiado sangrienta! La multitud se pone de pie. El ayudante del muchacho boxeador está a punto de tirar la toalla para detener el combate. El árbitro va a parar la pelea.

De pronto, el valiente muchacho, nadie sabe como, saca un tremendo gancho de derecha, lo coloca en el mentón del adversario, le voltea violentamente la cara, le sacude hasta la ultima fibra de su cuerpo y lo arroja a la lona. El rival no se puede poner de pie. El árbitro cuenta: uno… dos… tres… No para de contar… ¡Ganó la pelea! Lo cargan en hombros y lo llevan al vestuario. Cuando está sentado jadeando entra su entrenador y le dice: “Te felicito, eres el vencedor; eres el vencedor. ¡Y mira lo que te ganaste!” Le muestra y entrega un cheque. El muchacho lo mira, lo guarda y rápidamente se cambia para ir a su casa.

La mujer lo está esperando en la sala; ya no le quedan uñas para comer ¡Se comió hasta la muñeca! Lo ve llegar roto, lleno de moretones, los labios esponjados. Tímidamente le pregunta: -Querido, ¿cómo te fue? El muchacho con una sonrisa de oreja a oreja le responde: -Querida, ¡gané! ¡Soy el vencedor! Y mira lo que me gané. Le muestra el cheque.

Cuando la mujer ve la cifra en el cheque, le brillan los ojitos. Le arrebata el cheque y se lo guarda en su cartera. El fue el vencedor, el entrenó duro, el sudó, el peleó, el recibió los golpes, el vivió lo difícil; pero ella, sin hacer nada, ¡fue mas que vencedora!

A Cristo lo golpearon, le dieron latigazos, lo escupieron, lo insultaron, lo empujaron, lo desnudaron, lo coronaron con espinas, le colgaron un madero al hombro, lo obligaron a caminar y subir al monte, lo crucificaron, derramó su sangre, murió por nuestros pecados… y allí… ¡fue un vencedor! ¡Y usted y yo, que recibimos totalmente gratis los beneficios de esa cruz, sin haber hecho nada de eso, “somos mas que vencedores”!

Si tenemos una visión correcta de nosotros mismos, (Dios sabe que lo ultimo que haría en estos asuntos es hablar con presunción; sé que estamos en medio de una batalla y sufrimos, y a veces temporalmente perdemos, y muchas veces nos rodea el olor a pólvora, y andamos medio maltratados), lo único que Satanás puede hacer con nosotros es conocer el numero de zapato que calzamos, porque siempre lo tendremos debajo de nuestros pies. ¡Aleluya!

¡Tiene que acabarse ya el tiempo en que los cristianos andemos con actitud de limosneros del Reino y comencemos a vivir y hacer como lo que somos: Hijos del Rey! (Libro: El Poder de Su Presencia, Alberto Mottesi)

4 COMENTARIOS

  1. Querida Maura Fernández,

    Agradezco tus palabras de aprecio y aliento con respecto a mi devocional «Somos Más que Vencedores». Me complace saber que el artículo fue de bendición para ti y que disfrutaste de las hermosas ilustraciones que lo acompañan.

    En la vida cristiana, es importante recordar que somos más que vencedores a través de Cristo Jesús. Él nos ha dado la victoria sobre cualquier obstáculo, desafío o dificultad que podamos enfrentar. Es un recordatorio poderoso de que no estamos solos en nuestras batallas, sino que Dios está con nosotros, fortaleciéndonos y guiándonos en cada paso del camino.

    Continuaré esforzándome por compartir devocionales que inspiren, edifiquen y fortalezcan nuestra fe en Dios. Agradezco tus deseos de bendición y pido que Dios también te bendiga abundantemente en todas las áreas de tu vida.

    Si tienes alguna solicitud de temas o alguna pregunta en particular, no dudes en compartirla. Estoy aquí para servirte y brindarte contenido que te ayude en tu caminar con el Señor.

    Que la gracia y la paz de Dios te acompañen siempre.

    Mil Bendiciones,

  2. quiero midis de juan carlos alvarado MAS QUE VENCEDOR,GLORIFICATE,ERES SEÑOR VENCEDOR Y SU DULCE VOZ

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