UNA CONCATENACIÓN DE ACONTECIMIENTOS

 

 

Mensaje a la conciencia – UNA CONCATENACIÓN DE ACONTECIMIENTOS

por el Hermano Pablo
Comenzó con dos gramos de cocaína. Luego fumó varios cigarrillos de anfetaminas mientras bebía doce botellas de cerveza, y volvió a la cocaína. Habiendo introducido todo eso en su cerebro en un período de sólo tres horas, Joselito Cinco se fue a la casa de una amiga.

En la casa de la amiga, ingirió más cocaína, fumó marihuana y bebió más cerveza. De ahí fue a la casa de otra amiga, donde usó más cocaína.

Acto seguido, Joselito se fue a un parque. Allí mató a dos oficiales de policía, Kimberly Tonahill y Timothy Roupp: a la mujer, de cuatro tiros, y al hombre, de tres. El muchacho se había vuelto un animal. Un periodista hizo el comentario que había una sola palabra para definir todo eso: «Concatenación».

Uno de los aspectos de este caso que más llamó la atención fue lo que dijo el abogado defensor del homicida. Alegó que Joselito no era culpable, sino que era una víctima. Era víctima de una concatenación, o cadena, de acontecimientos.

He aquí el argumento del abogado: Joselito era hijo de un matrimonio divorciado. Después de hacerse mayor y de casarse, su madre se separó de nuevo, y él, su esposa y sus dos hijitos tuvieron que mudarse de casa. Sintiéndose abrumado por las presiones económicas, se relacionó con narcotraficantes, y esto lo llevó a usar drogas él mismo y a armarse de dos revólveres. La noche del crimen la pasó comiendo e inhalando cocaína, fumando marihuana y bebiendo demasiada cerveza.

«Tal concatenación de acontecimientos y de circunstancias —sostuvo el abogado— no podía producir más que lo que produjo: una ráfaga de tiros que acabó con la vida de dos policías que cumplían con su deber.»

En vez de citar las circunstancias de nuestra vida para justificar toda clase de descalabros, ¿por qué no miramos más bien a nuestro alrededor? Miremos a nuestra familia, observemos a nuestros hijos, examinemos nuestro hogar. ¿Qué concatenación de circunstancias comienzan a manifestarse? ¿Hay separación? ¿Hay divorcio? ¿Hay drogasí ¿Hay alcohol? Conste que si nos descuidamos podemos acarrear una desgracia, y después no habrá nada que podamos hacer.

¿Habrá alguna solución? Sí, la hay. Podemos suscitar una concatenación de acontecimientos a nuestro favor. Si acudimos a Jesucristo, que murió por nosotros, Él acudirá en nuestro auxilio y nos ayudará a vencer, no obstante las circunstancias, y nos salvará de los efectos del vicio y del pecado.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí