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Decisiones, Resoluciones y Propósitos Para Este Nuevo Año.

Resoluciones, Propósitos y Decisiones Para Este Año Nuevo

¡Nieve! Si pudiera decidir tener algo diferente en mi país me gustaría ver un poco de nieve. Al menos en estos días tendremos un poquito de nieve cayendo en este blog, para ponernos a tono con esto del fin de año.

Como aprendiz de Jesús debe haber una relación directa entre tus decisiones de año nuevo y la visión que tienes para tu vida.

Algo que me impacta de Cristo es como su vida carecía de trivialidades, aunque no por eso fuera aburrida. Imagínate, se las arregló para redimir la humanidad y preparar a los líderes que esparcirían a la Iglesia en apenas 33 años. Jesús encarnó a cabalidad.

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5:15-16

A la hora de hacer tus resoluciones te reto a que te propongas aprovechar bien el tiempo. Por favor, no malgastes esta oportunidad de tomar tus determinaciones de fin de año haciendo únicamente resoluciones superficiales. OK, está bien tomar algunas no tan “profundas”– Patty y yo por ejemplo hemos determinado no consumir sodas durante el año que viene, pero, la mera verdad es que en la vida hay cosas más importantes que una lata de Coca-Cola, o adelgazar unas libras, o hacer ejercicios. No hay nada malo en eso (también yo quiero mejorar mi salud) Lo malo es solo tomar ese tipo de decisiones.

Lo que a la mayor parte de personas les sucede es que cuando llega el momento de ver los temas grandes de la vida se sienten demasiado abrumados, impotentes para hacer los cambios necesarios para mejorar sus condiciones, y entonces –como el mito del avestruz- esconden su cabeza en el suelo, prefiriendo asumir que tales temas siquiera existen.

Te cuento algunas de las cosas que yo estoy revisando en mi vida personal, te las comparto, puede ser que al compararlas con las tuyas te ayuden a pensar un poco más enfocadamente. Obviamente, no tengo todas las respuestas, pero por si te sirve aquí te van:

1. Mi relación con Dios es el tema más importante en mi vida; de él depende todo lo demás.

He estado pensando en la calidad que tiene mi intimidad con el Rey, y en los riesgos de asumir que “estoy bien”. A veces me parece que nos olvidamos que los pastores no tenemos una conexión automática con Dios. De hecho, tenemos los mismos riesgos que el resto de creyentes, pero con el problema adicional que no se espera nunca de nosotros que “estemos mal”.

Este año quiero conocer más a mi Señor, después de todo, con él pasaré el resto de la eternidad y quiero experimentar más profundamente una vida sencilla, sin pretensiones religiosas de ningún tipo. Por cierto, me propongo crecer en esa intimidad por los tres recursos elementales que él me dejó a mí (y te dejó a ti): la Biblia, la oración y la iglesia local.

Mi propósito personal es iniciar el año con una actitud fresca hacia estos tres medios tan a la mano para mí, pero que a veces se vuelven una “tradición” y pierden su verdadero sentido. ¿Qué te propones tú en esta área?

2. Mi familia, la relación con los que amo es también algo trascendental en mi vida. En lo personal, creo que ellos son una de las razones por las cuales el Rey no me ha llevado a su presencia.

Mi propósito este año es manifestar mejor la personalidad de Jesús en la manera en que me relaciono con ellos. Antes de ser líder en la iglesia soy el líder de mi casa, y quiero crecer en mi liderazgo espiritual con ellos.

Creo que cada año que pasa es un año menos que tengo para preparar a mis hijos para la vida, quiero aprovechar bien este año y para esto tengo que re-arreglar la manera como paso mi tiempo con ellos. ¿Qué vas a hacer tú en esta área?

3. Mi influencia como creyente en este mundo es la tercer área que me inquieta. Entiendo que dicha influencia fluye de mi crecimiento espiritual y emocional.

Para mí, la influencia que tengo como pastor, maestro, jefe, amigo, ciudadano es importante. Quiero reflejar a Jesús en mis relaciones casuales o intencionales. Me inquieta que mi carácter no sea un puente sino una barrera entre la gente y Jesús. Sinceramente, no me considero amargo, pero quiero ser un poco más alegre y tratar a la gente con más gracia. ¿Debes tú tomar decisiones en esta área?

Si eres muy allegado al ministerio te preguntarás porque no hay resoluciones ministeriales. La respuesta es sencilla: el ministerio es algo que hago, mis resoluciones están encaminadas a crecer en lo que soy. Quiero crecer para ser más un aprendiz de Jesús, y para eso estoy tratando de “aprovechar bien el tiempo porque los días son malos” ¿Y tú?

Mi desafío para hoy es que pienses un poco en las áreas menos “triviales” y más trascendentales de tu vida a la hora de tomar tus decisiones de año nuevo. No tengas temor, a propósito, esto de tener temor es algo de lo que hablaremos en la siguiente entrada.

Por J. Contreras

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