Devocional En la escuela de Dios

pingpong

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
ni desmayes cuando eres reprendido por él;porque el Señor al que ama, disciplina,y azota a todo el que recibe por hijo.Hebreos 12:5-6.

En la escuela de Dios
el Devocional Diario

Mientras juego al ping-pong con mi hijo mayor, su hermanita de dos años nos mira. No quiere alejarse de la mesa, a pesar de mis advertencias, y en cada momento corre el riesgo de recibir un golpe. Finalmente, adrede, le toco la cabeza con mi raqueta para que sea consciente del peligro. Entonces ella se va al lugar que le había indicado, frotándose la cabeza como si mi golpecito la hubiera herido. Esto parece eficaz, pero es necesario volver a darle la lección de vez en cuando…

Esta pequeña experiencia que todos los padres han podido hacer, ¿no nos enseña algo acerca de la manera en que Dios obra con nosotrosí En su Palabra, él dice al creyente todo lo que éste necesita saber para su dicha. El que cree en Jesucristo, es hijo de Dios, pase lo que pase, pero si quiere ser plenamente feliz, debe aceptar la educación de su Padre celestial.

Dios, el mejor de los padres, algún día puede tocarnos en un punto sensible para evitarnos un sufrimiento más grande. Sus lecciones tienen como objetivo que le conozcamos como aquel que nos ama, que está cerca de nosotros y nos consuela. Del mismo modo, él nos forma para su servicio.

Se dice que la vida es una escuela. Sí, sin duda. Y la vida cristiana es la escuela donde Dios mismo es el pedagogo. Esto nos motiva a aprender de él, a confiar en él y a no desalentarnos en las dificultades.

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