ME DA MIEDO HACERME EL EXAMEN DEL SIDA

«[A los veinte años de edad]… conocí a un muchacho que me daba el tiempo que yo deseaba. Al año de ser su novia, tuve por primera vez relaciones con un hombre, o sea con él…

 

»Pasaron cuatro meses, me salió trabajo en otra ciudad y decidí viajar. Al año de estar allá, [mi novio] me llamó un día para decirme que un examen descifró que él era VIH positivo. Como él siempre fue muy manipulador en la relación, pensé que era una mentira para que regresara con él. No me comuniqué más con él.

»Al cabo de dos años, regresé a mi ciudad natal…. Hace dos meses, ese [joven] que fue mi novio violó a una niña. Ahora lo buscan, y en la fiscalía aparece que el diagnóstico es verdadero…. Aún no me he hecho el examen, y me duele mucho haber [echado a perder] mi vida…. Denme un consejo [para que] mi corazón, en medio de la adversidad, se llene de paz. ¡Ayúdenme! ¡Siento que no puedo más!»

Este es el consejo que le dimos:

 

«Estimada amiga:

 

»¡Qué suplicio el que ha estado viviendo usted! Lamentamos mucho que esté afrontando una experiencia tan terrible.

»Usted nos pide que le aconsejemos cómo tener paz en el corazón. ¡Vaya y hágase el examen! No va usted a sentir paz alguna a no ser que sepa si ha sido o no infectada. Ni va a poder tomar ninguna decisión hasta que lo sepa. No deje que pase un día más sin pedir una cita para hacerse el examen lo más pronto posible….

 

»No hay duda de que usted ha aprendido una valiosa lección mediante esta experiencia. Usted cree que ha echado a perder su vida. Pero debe saber que aun cuando resulte VIH positiva, su vida no tiene que echarse a perder. Actualmente muchísimas personas que son VIH positivas llevan vidas productivas y se dedican a instruir al público tocante a los peligros de las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Millones de personas como usted tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio sin tener en cuenta las consecuencias. El caso de usted puede motivarlas a reflexionar sobre su propia situación y a cambiar su manera de actuar. Y cuando usted ayude a otros a mejorar su vida, la vida de usted tendrá un nuevo sentido.

»Muchos creen que las normas de pureza sexual son restrictivas y pasadas de moda. Sin embargo, el caso suyo demuestra la razón por la que Dios estableció esas normas en la Biblia. Dios no quiere que nadie se contagie de SIDA, así que nos dio formas para evitarlo. Los que practican relaciones sexuales exclusivamente bajo la cobertura de sus votos conyugales no tienen más que una ínfima probabilidad de contagiarse de enfermedades venéreas, mientras que los que hacen caso omiso de esas normas corren un gran riesgo con cada relación sexual que tienen….

»Con afecto fraternal,

»Linda y Carlos Rey.»

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