Por Joyce Meyer – Cambie su forma de pensar

Necesitamos ser maduros, disciplinados… y  determinados a caminar en el Espiritu.
 
La vida no es divertida cuando es controlada por los sentimientos, porque estos cambian constantemente. No se puede confiar en los sentimientos, no solo porque cambian tan seguido, sino tambien porque mienten. Nuestros sentimientos influyen en nosotros, porque somos criaturas «carnales». Muy a menudo, permitimos que nuestra alma—nuestra mente, deseos y emociones—nos guie en vez del Espiritu Santo. Aunque no podemos mantener los pensamientos negativos completamente alejados de nuestra mente, no tenemos por que enfocarnos en ellos.
 
Contamos con el libre albedrio, y podemos escoger no ceder a nuestros pensamientos. Como seguidores de Cristo, debemos vivir guiados por la verdad y la sabiduria, no por nuestras emociones.
 
Hubo un tiempo cuando yo no resistía los malos pensamientos y, como resultado, tenía una vida inestable y miserable. Ahora, cuando esos sentimientos aparecen para causarme miedo y miseria, me detengo y digo: «¡Joyce Meyer, deja eso!  Tu sabes que eso no es cierto!». Asi es que aunque, en ocasiones, puede que me sienta bombardeada por pensamientos no muy amorosos, no permito que esos sentimientos dicten ni estropeen mi vida. Eso es parte de ser espiritualmente maduro.
Permítame presentarle unos ejemplos. Quizas se haya encontrado en medio de una multitud y se ha sentido como que todos están hablando de usted. Eso no quiere decir que lo hacían. Quizás se sienta que nadie lo entiende, pero eso no quiere decir que no lo entiendan. Quizas se sienta malentendido, no apreciado o hasta que no lo han tratado bien, pero eso no quiere decir que así sea.
 
Estos son solo sentimientos. Necesitamos ser maduros, disciplinados, controlados por el Espiritu Santo y determinados a caminar en el Espíritu.
 
Para esto, se requiere un constante acto de la voluntad, seleccionar hacer las cosas a la manera de Dios en vez de a la manera suya.
La Biblia nos dice que los discípulos «bebian de la roca espiritual que los seguia, y la roca era Cristo» (1 Co 10:4). Una manera de explicar la naturaleza de Jesús sería decir que El tiene madurez emocional. El escritor de la carta a los Hebreos nos dice: «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos» (Heb 13:8).  Cree que Jesus se dejo llevar por los sentimientos como hacemos muchas vecesí Claro que no. Sabemos que se dejo guiar por el Espiritu, no por los sentimientos, aunque sabemos que El estaba susceptible a los mismos sentimientos que usted y yo experimentamos a diario.
 
Yo solia molestarme con Dave (mi esposo) porque nunca se ponia nervioso ni se disgustaba por nada. Es parte de su personalidad no demostrar muchas emociones. Por otro lado, yo constantemente iba de un extremo a otro. Estaba bien un dia, riendome y sintiendome bien; y al otro, llorando, quejandome y sintiendo lastima por mi misma. Me levantaba el animo al otro día para luego caerme de nuevo en la misma miseria el día siguiente.
Esa montana rusa emocional finalmente se equilibro, cuando tome la determinacion que, con la ayuda del Espiritu Santo, no iba a vivir más de esa manera. Necesitaba estabilidad emocional. Dave me proveía un excelente ejemplo de lo que es eso.
La Biblia nos dice que el Senor nuestro Dios, que reside dentro de cada uno de nosotros, es poderoso (lea Sof 3:17). Es poderoso para ayudarnos a superar nuestras emociones y ser dirigidos por su inmutable Palabra y Espiritu.
Nuestro Dios es capaz. Por que no confiar en El para ayudarnos a desarrollar la misma clase de madurez emocional y la estabilidad que caracterizó la de su propio Hijo, Jesucristo? Usted puede aprender a tomar control de sus emociones y evitar los cambios de estado de animo que evitan que pueda disfrutar de la calma continua que Dios ha planificado para usted.  Por que no empezar hoy?

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