La “Sagrada Familia” Parte: II

La “Sagrada Familia” Parte: II 


A pesar de que el 12 de Agosto del año 1870, el Papa Pío IX declaró a José como Patrono Universal de la Iglesia y el 19 de Marzo es el día oficial de este varón “justo”; la realidad es que la persona de José ha permanecido en el oscurantismo debido a la exaltación de su esposa María, algo que las Sagradas Escrituras no hacen de la madre de Jesús. 

En el artículo anterior, resalté la obediencia de José a la exhortación del ángel Gabriel de recibir a María como su esposa y aceptar por fe su rol en el plan de Dios para que se consumara el nacimiento virginal del Mesías “engendrado del Espíritu Santo” (1:20).

 

Una vez nacido Jesús en Belén y después de la visita de los magos del oriente, el ángel del Señor nuevamente apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.” (Mateo 2:13) 

¿Qué es lo que hizo José en esta ocasión? 

“Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.” (2:14) 

Desconocemos la ruta que la Sagrada Familia tomó desde Judea hasta El Cairo , pero estoy seguro que si en el día de hoy es una aventura hacer este recorrido; hace dos mil años atrás fue toda una odisea atravesar los montes, valles y desiertos de aquellas regiones del mundo tan inhóspitas para la seguridad del cualquier ser humano. 

Henry H. Halley estima que “la estancia en Egipto fue corta, tal vez solo de un año o dos, ya que pronto murió Herodes.” (Manual Bíblico, página 583) 

Mateo nos dice que: “después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño” (2:19, 20) 

José era un hombre responsable, así que me atrevo a pensar que abrió un taller de carpintería en la tierra de los faraones para poder suplir las necesidades de su familia.  

Según Filón de Alejandría (20 a.C. – 50 d.C.) un filósofo judío-heleno, la población hebrea que radicaba en Egipto en aquellos tiempos era de aproximadamente un millón de personas; entonces puedo especular que José ya tenía su negocio establecido y a varios de sus coterráneos como sus mejores clientes. 

¿Qué es lo que José hizo en esta ocasión? 

Las Sagradas Escrituras nos dejan saber que: “Entonces José se levantó y llevó al niño y a su madre a Israel” (2:21) 

Debido a la obediencia incondicional de José “se cumplió lo que dijo el Señor por medio del profeta (Oseas 11:1): De Egipto llamé a mi Hijo” (2:15). 

Y cuando llegaron a la región de Judea “al oír que Arquelao reinaba en lugar de su padre Herodes, (José) tuvo miedo de ir allá. Advertido por Dios en sueños, se retiró al distrito de Galilea, y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: Lo llamarán Nazareno.” (2:22, 23) 

La visita a Jerusalén cuando el Señor Jesús tenía doce años de edad, es la última vez que aparece el nombre de José siendo parte de una actividad en la que todos los miembros de la Sagrada Familia estuvieron presentes. 

La mayoría de los comentaristas Bíblicos han llegado a la conclusión de que José murió antes de que Jesús consumara su primer milagro en las bodas de Caná.  

Si José hubiera estado vivo el día en que Jesús fue llevado al Monte Calvario, no tengo ninguna duda que hubiera permanecido junto a María al pié de la Cruz, hasta escuchar de “su hijo primogénito” las palabras: “Consumado es”. 

En mi biblioteca personal tengo los dos volúmenes de una obra titulada “Grandes Hombres de la Biblia” y en ninguno aparece el nombre de José el carpintero y por el momento a nadie se le ha ocurrido construirle una torre en la Basílica de la Sagrada Familia ubicada en Barcelona. 

Asimismo, tampoco creo que a José le importe mucho ni lo uno ni lo otro, siendo que hace dos mil años que está en la misma presencia de Aquel a quien vio nacer en el pesebre de Belén y crecer a su lado en Nazaret. 

Pero José varón “justo”, es un héroe para mi persona y un ejemplo de carácter, sumisión y obediencia incondicional a la Palabra de Dios y al plan que El tuvo para su vida.  

Y por este humilde medio mi pluma le rinde honor a José; el “Santo del Silencio” 
 

Autor:Sergio A. Perelli  publicado para : www.DevocionalesCristianos.org

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