La «Sagrada Familia» – Parte I

 

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La «Sagrada Familia»

Parte: I 

 

En el año 1882, el Señor Josep M. Bocabella, de profesión bibliotecario y fundador de la Asociación Espiritual de Devotos de José; adquirió un solar para construir una basílica Católica en Barcelona. 

La obra fue asignada originalmente al arquitecto Francisco de Paula Villar y Lozano, pero un año después fue removido de su cargo por diferencias empresariales con el Sr. Bocabella. 

La continuación del majestuoso proyecto fue entonces concedida al arquitecto catalán Antonio Gaudí, quien a pesar de que convirtió la construcción de la basílica en la prioridad de su vida por más de cuarenta años, no pudo completar su obra debido a que murió a mediados de Julio de 1926 a consecuencia de las heridas que le ocasionó haberlo atropellado un tranvía. 

Si Gaudí tuviera la oportunidad de resucitar por un día, no sé como reaccionaría al visitar la Basílica La Sagrada Familia y descubrir que su proyecto nunca fue terminado por diferentes razones políticas y sociales del desarrollo de la historia en España; pero debería recordar que en una ocasión que le preguntaron para cuándo pensaba acabar su proyecto él respondió: «No hay problema, mi cliente (Dios) no tiene apuro» 

El Ministerio de Fomento de Barcelona estima la finalización de la basílica para el año 2020, aunque ya hace unos años que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. 

La obra completa constará de 18 imponentes torres, de las cuales al momento de escribirse este artículo ya hay 8 terminadas.  

Las 12 torres más bajas estarán dedicadas a los 12 apóstoles (asumo que le harán una en honor a Matías y no a Judas Iscariote); las otras 4 de superior altura estarán dedicadas a los Evangelistas.  

Y las dos torres centrales, una es dedicada a la virgen María la cual será coronada por una estrella luminosa y las más alta (170 metros) dedicada a Nuestro Señor Jesucristo. 

¿Qué pasó con la torre de José? ¿No se merece una torre en su honor? ¿No es José parte de la Sagrada Familia? ¿Qué problema hay de esperar hasta el 2030 y agregar una torre para José? ¿Se olvidaron todos que la visión de la basílica nació en la mente del Sr. Bocabella, el fundador de la Asociación Espiritual de Devotos de José? 

Si bien es cierto, en la Basílica La Sagrada Familia existen algunos pórticos y arquivoltas en que la figura del “carpintero” (Mateo 13:55) ha sido representada y que el 19 de Marzo es el día oficial que la Iglesia Católica ha declarado en honor de José, la triste realidad es que en ambos mundos del Cristianismo, la figura de José ha permanecido en una fría distancia en relación a la que se ha creado de María. 

Las razones “religiosas” de la magnificencia desproporcionada en torno a la persona de María; la joven que fue escogida por Dios para ser la madre de Jesús, no tienen ningún fundamento sólido para cualquier persona con un conocimiento básico de los Evangelios. 

Mi propósito en este artículo no es el de desacreditar la imagen de María, aquella virgen a quien el ángel Gabriel enviado por Dios le anunció: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres!” (Lucas 1:28); sino el de equilibrar la balanza a favor de la persona de José a quien también se le apareció el ángel del Señor en sueños para decirle: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús” (Mateo 1:20, 21) 

Exhorto al lector, a prestar suma atención al hecho de que el ángel del Señor no le dio solamente a María el derecho de ponerle un nombre a Jesús (Lucas 1:31), sino que compartió el mismo privilegio con José 

El relato del Evangelio de San Mateo continúa diciéndonos: “Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús” (1:24,25) 

José tuvo otros hijos e hijas con María después del nacimiento de Jesús (Juan 2:12; 7:2, 5; Marcos 3:32; 6:3); pero aunque no fue un espermatozoide de José que fertilizó un óvulo de María para que el embrión del Mesías se formara; para Dios y para José: Jesús fue su hijo primogénito. (Mateo 1:25) 

La Palabra de Dios nos comunica que José, era un hombre “justo” (Mateo 1:19) y por lo tanto “hizo como el ángel del Señor le había mandado” (1:24)  

José no repudió a María como tenía todo el derecho de hacerlo bajo la ley de Moisés y de esta manera exponerla a un escándalo público; sino que fue obediente en recibir a María como su esposa y aceptar por fe su rol en el plan de Dios para que se consumara el nacimiento virginal del Mesías “engendrado del Espíritu Santo” (1:20) 

(Continuará) 

 

Autor:

Sergio A. Perelli 

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publicado para : www.DevocionalesCristianos.org

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