El Hermano Pablo – EL BESO DE LA MUERTE

EL BESO DE LA MUERTE
por el Hermano Pablo
Era un caso de vida o muerte, y había que actuar rápido. Si no, el pequeño animal moriría. Así que Paul La Fonte, francés de treinta y siete años de edad y amante de los animales, procedió a hacer la resucitación boca a boca.

Pero el animal moribundo no era un cariñoso gatito. Era una pequeña cobra recién traída de la India. Había sido pisada por un automóvil al sacarla de la jaula, y por no dejarla morir, Paul sopló aliento en los pulmones del ofidio.

La cobra revivió, y lo primero que hizo fue clavar sus colmillos en los labios de su salvador. Los diarios de Avignon, Francia, al comentar el caso, concluyeron: «El beso francés entraña peligros, pero el de este hombre fue el más mortal de todos.»

Este no ha sido el único caso de un beso mortal. En los novelones que se publicaban a principios de siglo era común que dos amantes decepcionados se suicidaran mutuamente bebiendo el mismo veneno, tomándolo el uno de la boca del otro.

Hay otros besos que así mismo hieren, estropean, golpean y matan; por ejemplo, los que empinan la botella de licor porque ya ni los grandes vasos los satisfacen, y sorben con avidez trago tras trago. Ese beso que le dan a la botella resulta ser, para muchos de ellos, un beso mortal.

Los pequeños que, por seguir el ejemplo de los grandes, consiguen un cigarrillo de marihuana y se lo pasan el uno al otro, están también causándose la muerte con el beso que dan en la maldita aspirada.

Lo mismo ocurre con los que se inyectan una jeringa hipodérmica. El beso fatal que se dan con la aguja, no con los labios pero sí con las venas, no sólo los deja endrogados, sino que por la transmisión tan frecuente del virus del SIDA también les resulta ser un beso mortal.

El que besa la boca de la mujer ajena está también dando un beso de muerte. El adulterio es la muerte del matrimonio. Podrá parecer dulce en el momento, pero es un beso mortal.

Las ambiciones deshonestas, así como las pasiones desenfrenadas, son fuego y son veneno. Ceder a ellas es ceder a un beso mortal.

¿Cómo podemos evitar ser víctimas de esta clase de beso mortal? Haciendo de Jesucristo, y de sus leyes morales, el patrón de nuestra vida. Es que si Cristo es nuestro Salvador, si Él es nuestro Señor, si Él es quien motiva todas nuestras acciones, nos veremos entonces libres de toda mala consecuencia. Permitamos que Cristo sea el Señor de nuestra vida. Él nos salvará de todo beso mortal.

5 COMENTARIOS

  1. EL BESO DE JUDAS.FUE EL BESO DE LA MUERTE PARA JESUS,EN TERMINO HUMANO.PERO EN EL ESPIRITUAL FUE LA DEROTA DE SATAN. BENDICIONES PARA TODOS.

  2. el beso de la muerte fue el que judas le dio al maestro,cuando le entrego para ser cruzificado en la cruz del calvario.de lo cual al tercer dia resucito, y el le dio el tablaso mortal. paaaaan… a satän. DIOS LO REPRENDA.

  3. hola que tal? mas bendiciones para ustedes. en verdad el beso de la muerte es una trajedia para el ser humano,nosotros mismo nos lo provocamos por no tener dominio propio.en esta vida solo tenemos que decir libranos DIOS y danos fuerza para no caer en la trampa del enemigo tentador. DIOS lo reprenda… gracias por acojer mi comentario. BENDICIONES¡

  4. Me gusto mucho la reflexion del Hno Pedro del BESO DE LA MUERTE.
    Me hubiera gustado más que fuera acompañado de un versiculo ad hoc al tema.

    Es la primera vez que acceso a la página y los felicito me parec muy rica.
    Que Dios nos siga bendiciendo a todos.
    Amén
    Sylvia Jaime

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