Ilustraciones – Cocodrilos

     

    Hace varios años, los periódicos contaron la historia de una anciana que vivía en el sur del Estado de la Florida. Su hogar era una casucha ubicada junto a un pequeño lago. Todos los días iba a sacar agua del lago.

    Allí, vivía un cocodrilo. Aunque era un animal peligroso, la señora permitió que él viviera en el lago. Parecía domesticado. Ninguno de los dos odiaba al otro. Vivían en perfecta paz.

    Sin embargo, un día, mientras la señora sacaba agua del lago, el cocodrilo nadó sumergido y atacó. Le apretó la mano con su enorme y fuerte mandíbula. Ella intentó librarse del cocodrilo, pero le arrancó la mano. Sangrando mucho, la viejecita logró arrastrarse hasta su casa y pidió ayuda. Finalmente, llegó la ambulancia y fue atendida.

    Al día siguiente, el guardia forestal encontró el cocodrilo en el lago y lo mató.

    El guardia forestal informó a los periodistas:

    -Los cocodrilos son más peligrosos cuando pierden el miedo a los humanos. Al permitir que permanezca en su lago, aunque usted no lo sepa, le da coraje al cocodrilo para atacar.

    ¿Cuáles son los cocodrilos que viven contigo?

    Gal 6:7  No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

    Acán, un judío que vivió en la época de Josué, sucesor de Moisés, el gran libertador, Hijo de Carmi, de la tribu de Judá. En la época de la conquista de la tierra prometida.

    Dios les  había dado una gran victoria sobre Jericó, una ciudad grande y de enormes muros, pero antes de esto les había dado un mandato “no tomen nada, destruyan todo” sin embargo, Acán, violó el mandamiento divino al tomar para sí de los despojos de Jericó (Jos. 6.18, 19; 7.1-26).

    Jos. 7:2  Después Josué envió hombres desde Jericó a Hai,  que estaba junto a Bet-avén hacia el oriente de Bet-el;  y les habló diciendo: Subid y reconoced la tierra.  Y ellos subieron y reconocieron a Hai.

    Jos. 7:3  Y volviendo a Josué,  le dijeron: No suba todo el pueblo,  sino suban como dos mil o tres mil hombres,  y tomarán a Hai;  no fatigues a todo el pueblo yendo allí,  porque son pocos.

    Jos. 7:4  Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres,  los cuales huyeron delante de los de Hai.

    Jos. 7:5  Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres,  y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim,  y los derrotaron en la bajada;  por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua.

     

    Jos. 7:10  Y Jehová dijo a Josué: Levántate;  ¿por qué te postras así sobre tu rostro?

    Jos. 7:11  Israel ha pecado,  y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé;  y también han tomado del anatema,  y hasta han hurtado,  han mentido,  y aun lo han guardado entre sus enseres.

    Jos. 7:12  Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos,  sino que delante de sus enemigos volverán la espalda,  por cuanto han venido a ser anatema;  ni estaré más con vosotros,  si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros.

     

    Jos. 7:14  Os acercaréis,  pues,  mañana por vuestras tribus;  y la tribu que Jehová tomare,  se acercará por sus familias;  y la familia que Jehová tomare,  se acercará por sus casas;  y la casa que Jehová tomare,  se acercará por los varones;

    Jos. 7:15  y el que fuere sorprendido en el anatema,  será quemado,  él y todo lo que tiene,  por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová,  y ha cometido maldad en Israel.

    Jos. 7:16  Josué,  pues,  levantándose de mañana,  hizo acercar a Israel por sus tribus;  y fue tomada la tribu de Judá.

    Jos. 7:17  Y haciendo acercar a la tribu de Judá,  fue tomada la familia de los de Zera;  y haciendo luego acercar a la familia de los de Zera por los varones,  fue tomado Zabdi.

    Jos. 7:18  Hizo acercar su casa por los varones,  y fue tomado Acán hijo de Carmi,  hijo de Zabdi,  hijo de Zera,  de la tribu de Judá.

    Jos. 7:19  Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío,  da gloria a Jehová el Dios de Israel,  y dale alabanza,  y declárame ahora lo que has hecho;  no me lo encubras.

    Jos. 7:20  Y Acán respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel,  y así y así he hecho.

    Jos. 7:21  Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno,  y doscientos siclos de plata,  y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos,  lo cual codicié y tomé;  y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda,  y el dinero debajo de ello.

     

    Jos. 7:25  Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado?  Túrbete Jehová en este día.  Y todos los israelitas los apedrearon,  y los quemaron después de apedrearlos.

     

    La Biblia nos enseña que la paga del pecado es la muerte. (Rom. 3:23)

    Pero muchas veces pensamos que pequeños e inocentes pecados no nos harán mucho mal, y que podemos dejarlos dentro de nuestra vida, sin que suframos las consecuencias. Sabemos que debemos expulsarlos. Pero terminamos comportándonos como la ancianita de a historia.

    Como el cocodrilo no nos molesta, vamos acariciando el pecado y él va quedándose. Al final, podrá mordernos y arrancarnos un pedazo de nuestro ser.

    El escritor del libro de hebreos aconsejó que debemos liberarnos de todo lo que impida nuestro progreso, especialmente el pecado que nos distrae.

    Si no nos libramos de él, quedamos en situación desventajosa; y eso será perjudicial a la causa de Dios.
    ¿Cómo quitar los cocodrilosí 1 Juan 1:9

    confesion

    Hoy, piensa en cuáles son los cocodrilos que viven contigo y ora a fin de que Dios te ayude a eliminarlos, antes de que sea demasiado tarde.

     

     

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