Reflexiones Cristianas – CONCLUSIONES

    CONCLUSIONES 

    He llegado a la conclusión de que todos necesitamos estar rodeado de personas nos amen, nos defiendan y nos mimen; esto te hacer sentir amado, cómodo, feliz, y muy necesitado.  He dialogado con tantas personas que me piden consejos por su soledad; (aunque no soy consejera ni sicóloga); viven rodeada de familias, otras solas y son felices.  Controversial ¿no?  Todo depende con la lupa con la mires y la intimidad que tengas con Dios.

    El tema de hoy tiene que ver con la dependencia, ¡claro que si!  Al “depender” de alguna persona para tomar decisiones, es una relación en que solo confías en la otra persona, familrias, amigos, esposo(a), etc.  pero jamás en contigo mismo(a), por consiguiente la codependencia crea amargura, angustia, enojo y culpabilidad, obviamente te sientes impotente.  Una vez escuché de alguien: “lo que puedas hacer por ti misma, no se lo cedas a nadie”.  Si, cometemos errores aprenderemos de ellos, y te aseguro que para bien; no existe la palabra «no puedo» o nunca digas nunca.  Puedes decir “lo intentaré”, es un buen ejercicio para comenzar a ser una persona positiva y de fe, y comenzar a depender de ti misma.  Si vives solo, no te sientas impotente; toma las herramientas necesarias para ser un vencedor aunque sientas deseos de gritar ¿¡ayuda!?  Bueno, la soledad nunca es total, si solo puedes creer.  ¿En quién?.

    Nadie se debe sentir indefenso ante «tu» realidad, sino tomar control y dí: “Yo puedo”, tal vez la primera vez lo digas con un nudo en la garganta y llores, pero no lo digas solo(a), dilo con Jesús a tu lado; “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4.13), así estamos mejor.  ¿verdad?  Venceremos si tomamos control en su nombre, él toma riendas de cualquier preocupación de nuestras vidas y te hace sentir protegido y con suficiente protección.  Si permites que el caballero de la cruz camine a tu lado, le haces presente en todo momento, no hay montaña que no puedas escalar, ni triunfo que no puedas obtener, no existe barreras que no puedas derrumbar, porque tu fe y amor crecerán y no sentirás soledad ni temor.  Todos necesitamos sentirnos amados, y acompañados; él te prometió que jamás te abandonaría no importando las circunstancias.  (Juan 14).

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí