Una gran ruina el Devocional Diario

y-grande-fue-su-ruina

Cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.  Mateo 7:26-27.

Una gran ruina el Devocional Diario

Se podría pensar que la siguiente historia sólo pudo ocurrir en el país de las ilimitadas posibilidades: el aventurero suizo, Juan Augusto Sutter (1815-1880), emigró a California.  Gracias a circunstancias favorables y a su habilidad para los negocios, adquirió inmensas tierras y obtuvo grandes riquezas como colono y ganadero.  Nada parecía faltarle.

Un día un empleado suyo encontró oro en un río cerca de su casa, y a partir de ahí comenzaron las desgracias.  Al expandirse la fiebre del oro, millares de buscadores de oro tomaron posesión de sus tierras y las devastaron.  Saqueaban y asesinaban, de modo que al desdichado Sutter no le quedó otra solución que huir.  Apeló a la justicia para reclamar compensaciones, pero nadie le ayudó.  Murió como solicitante, totalmente sin recursos.  Hoy en día, sobre sus antiguas tierras se extiende la ciudad de Sacramento, capital del estado de California.

Este viejo y conmovedor relato nos da qué pensar.  En aquel entonces, como ahora, la felicidad depende del fundamento sobre el cual el ser humano edifica “su casa”. En todo caso, poner la confianza en los bienes materiales (la arena) es completamente inadecuado.  Jesucristo habla de un hombre que oye sus palabras y las hace: lo compara con alguien que edifica su casa sobre la roca; y el Señor Jesús es la “Roca”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí