Devocional Diario – ¡Simplemente hágalo!

Devocional Diario – ¡Simplemente hágalo!
Kenneth Copeland

Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
– Lucas 13:14

La religión es peligrosa. La religión prefiere debatir la sanidad que ver a alguien sanado. La religión prefiere discutir acerca de la liberación que ver a alguien liberado.

En Lucas capítulo 13 se ve un ejemplo de esto. Jesús sanó a una mujer que había estado encorvada por 18 años. Imagíneselo: una pobre anciana – Jesús dijo que era hija de Abraham – , había sido libertada después de haber estado atada por el diablo por casi dos décadas. Era de esperar que los principales del templo se regocijaran por lo que Jesús había hecho. Pero no fue así. Más bien se enojaron porque había sanado en el día equivocado.

¿Sabe qué es lo peor? Esos mismos líderes religiosos, que criticaron a Jesús por sanar en el día de reposo, pudieron haber ministrado sanidad a esa mujer en cualquiera otro día de la semana si en verdad les hubiera importado hacerlo. Por ese motivo Jesús se indignó con ellos. Jesús ministró apoyado en el mismo pacto de Abraham que ellos tenían, pero su religión había tenido atada a esa mujer en lugar de haberla libertado. Siempre sucede así.

Recuerde eso la próxima vez que alguien trate de debatir sobre la sanidad o la liberación. Si alguien necesita ser liberado de un demonio, simplemente hágalo. No se enrede en cuestiones teológicas sobre ese demonio: si está en el cuerpo o en la mente o en el espíritu, o quizá esté en el bolsillo. Mientras usted piensa en esas cosas, el demonio estará volviendo loco a la pobre persona.

La pregunta no es «¿dónde está el demonio?», sino «¿por qué no hemos liberado a esta persona? El es nuestro hermano en el nombre de Jesús, y debe ser libre. Una vez que se haga esa pregunta, no le importará si el demonio está adentro, afuera, suspendido en el aire o reposando. Lo único que importa es liberar a esa persona.

Esa es la diferencia entre la religión y el amor de Dios. La religión discute, el amor actúa. Escoja el amor hoy.

Escritura para Meditar: Lucas 13:11-17

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