Devocional – Un Ser Viviente
Dios formó al hombre del polvo de la tierra,y sopló en su nariz aliento de vida,y fue el hombre un ser viviente. Génesis 2:7.
Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente. 1 Corintios 15:45.
Cuando Dios creó el reino vegetal dijo: “Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género”. Cuando creó a los animales que vuelan, a los acuáticos y por último a los animales terrestres, dijo: “Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie”. Pero cuando se trató del hombre, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:11-26).
Dejemos discutir a los científicos evolucionistas acerca de la historia de las especies, y recordemos que la Escritura afirma que Dios creó a todos los animales y que el hombre fue creado como un ser aparte. El versículo 7 del capítulo 2 especifica: “Fue el hombre un ser viviente”. Ese ser (o alma viviente) es diferente de los animales (v. 20): la materia, terrestre, común al hombre y a los demás seres vivientes, recibe aquí un soplo divino especial que le da facultades diferentes a las de los animales, reflejo de ciertos atributos divinos. Cuando la materia vuelve a la tierra, el espíritu del hombre vuelve “a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7).
De esa relación peculiar que existe entre el hombre y su Creador nace una responsabilidad moral; y aunque el hombre pecador la rechace, no puede ser anulada.
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.