Cristiano Nunca Existió un Dios como el nuestro

Cristiano Nunca Existió un Dios como el nuestro

«Fuera de ti, desde tiempos antiguos nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actúe en favor de quienes en él confían.» Isaías 64:4 (RVR)

Desde los tiempos más remotos de la humanidad, hubo deidades politeístas en las culturas religiosas de los pueblos. Cada nación tenía su conjunto de dioses buenos y malos, para cada situación de la vida. Y se hacía muy difícil satisfacer las demandas de todos. La característica más habitual de estas deidades era su indiferencia y su actitud caprichosa hacia la raza humana.

Sacrificios humanos, ofrendas especiales, pesados reglamentos religiosos, temor de los feligreses, sumisión exigida por los sacerdotes de turno eran situaciones habituales en cada religión tribal. Y a medida que la humanidad creía en tamaño, la dispersión de las deidades se incrementaba. En medio de este caos religioso, Dios llama a Abram para comenzar a partir de él un nuevo pueblo. Su pueblo. Y se comunica directamente con este hombre para manifestarle su más íntimo deseo.

Dios quería un pueblo para sí. Y quería mostrase para ser reconocido como Dios. En medio de tanta confusión religiosa, Dios quería mostrar quien era el único Dios verdadero. A partir de allí, y a través del pueblo de Israel Dios comenzó a tener injerencia directa con la humanidad a través de sus escogidos. Y si bien los milagros y prodigios siempre tenían como epicentro a su pueblo escogido; el impacto de su presencia se hacía notar en otros pueblos.

Muchos años después de Abram, Isaías escribe esta máxima. Dios es único, y lo demuestra. Mucho años después de Isaías, hoy podemos decir lo mismo. Nuestro Dios es especial, y hace cosas que nadie escuchó ni vio jamás. Tiene poder absoluto y control sobre todo. Nadie puede oponerse a su decisión y tiene la eternidad en su mano.

Sigue haciendo milagros y prodigios, su amor es infinito y su cuidado para sus hijos completo. ¿Cómo ves a Dios hoy? Uno siempre tiñe su mirada por las circunstancias que lo rodean y afectan. Y tal vez estás pasando por un momento doloroso o triste que te impide ver la grandeza de Dios. Hoy Isaías nos desafía a mirar con más detalle y a conocer en esencia quien es y cómo es Dios.

No hay nadie como Dios, es perfecto y único; y te ama especialmente a vos.

REFLEXIÓN – Nunca hubo ni habrá otro igual. Redescubrirlo

«Fuera de ti, desde tiempos antiguos nadie ha escuchado ni percibido, ni ojo alguno ha visto, a un Dios que, como tú, actúe en favor de quienes en él confían.» Isaías 64:4 (RVR)

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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