Pregunta Cristiana: «¿Cuál fue la primera iglesia, la original?»

¿Cuál fue la primera iglesia, la original?

Pregunta Cristiana: «¿Cuál fue la primera iglesia, la original?»

Respuesta: La habilidad para trazar los antecedentes de una iglesia hasta “la primera iglesia” a través de la sucesión apostólica, es un argumento usado por un número de diferentes iglesias para asegurar que su iglesia es la “verdadera iglesia” La Iglesia Católica Romana, hace esta afirmación. La Iglesia Griega Ortodoxa, hace esta afirmación. Algunas denominaciones Protestantes hacen esta afirmación. Algunos de los cultos “Cristianos” hacen esta afirmación. ¿Cómo sabemos cuál iglesia está en lo correcto? La respuesta bíblica es que – ¡eso no importa!

La primera iglesia, su crecimiento, doctrina y prácticas, fueron registradas para nosotros en el Nuevo Testamento. Jesús, al igual que Sus apóstoles, advirtieron que se levantarían falsos maestros, y ciertamente así parece haber sido, de acuerdo a algunas epístolas del Nuevo Testamento; que estos apóstoles tuvieron que luchar desde el principio contra los falsos maestros. En ninguna parte de la Escritura se menciona que el tener la ascendencia apostólica, o ser capaces de rastrear las raíces de procedencia hasta la “primera iglesia”, sea el método para probar ser la iglesia verdadera. Lo que sí lo es son las repetidas comparaciones entre lo que los falsos maestros enseñan y lo que la primera iglesia creía, tal como se registra en la Escritura. El que una iglesia sea la “verdadera iglesia” o no, se determina comparando sus enseñanzas y prácticas con las de la iglesia del Nuevo Testamento, como se lee en la Escritura.

Por ejemplo, en Hechos 20:17-38, el apóstol Pablo tuvo la oportunidad de hablar a los líderes de la iglesia en la gran ciudad de Efeso, cara a cara y por última vez. En ese pasaje, él les dice que los falsos maestros no solo vendrán entre ellos, sino que vendrán DE ellos. (vv. 29-30). Pablo no declara la enseñanza de que deberán de seguir a la “primera” iglesia organizada como salvaguarda para la verdad. Más bien los encomienda a la salvaguarda de “Dios y a la palabra de Su gracia” (v. 32). Por lo tanto, la verdad debe ser determinada mediante la dependencia de Dios y “la palabra de Su gracia” (p. ej. Escritura, ver Juan 10:35).

Esta dependencia de la Palabra de Dios, más que el seguir a ciertos individuos “fundadores” es visto nuevamente en Gálatas 1:8-9, en donde Pablo declara: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” Por lo tanto, la base para determinar la verdad o el error no descansa aún sobre QUIEN es el que la enseña, “si aun nosotros o un ángel del cielo,” sino de si es el mismo evangelio que ellos ya habían recibido – y este evangelio está registrado en la Escritura.

Otro ejemplo de esta dependencia de la Palabra de Dios se encuentra en 2 Pedro. En esta epístola, el apóstol Pedro está luchando contra los falsos maestros. Al hacerlo, Pedro comienza por mencionar que tenemos la “palabra profética más segura” para depender más de ella, que aún del escuchar la voz de Dios desde el cielo, como sucedió en la transfiguración de Jesús (2 Pedro 1:16-21) Esta “palabra más segura” es la Palabra escrita de Dios. Más tarde, Pedro nuevamente les dice que sean cuidadosos “para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles.” (2 Pedro 3:2) Ambas palabras, de los santos profetas y de los mandamientos que Jesús dio a los apóstoles, están registradas en la Escritura.

¿Cómo determinamos si una iglesia está enseñando la doctrina correcta o no? La única norma infalible que la Escritura dice que tenemos, es la Biblia (Isaías 8:20; 2 Timoteo 3:15-17; Mateo 5:18; Juan 10:35; Isaías 40:8; 1 Pedro 1:25; Gálatas 1:6-9). La tradición forma parte de cada iglesia, y esa tradición debe ser comparada con la Palabra de Dios, para que no vaya contra la verdad (Marcos 7:1-13). Mientras que es verdad que los cultos y algunas veces las iglesias ortodoxas tuercen la interpretación de la Escritura para dar soporte a sus prácticas; no obstante, la Escritura, cuando es vista en su contexto y estudiada fielmente, es capaz de guiarnos a la verdad.

La “primera iglesia” es la iglesia que está registrada en el Nuevo Testamento, especialmente en el Libro de Los Hechos y las Epístolas de Pablo. La iglesia del Nuevo Testamento es la “iglesia original” y la “iglesia verdadera”. Podemos saber esto porque está descrito en gran detalle en la Escritura. La iglesia, como está registrado en el Nuevo Testamento, es el modelo y cimiento de Dios para Su iglesia. Sobre estas bases, examinemos la católica romana que asegura ser la “primera iglesia.” En ninguna parte del Nuevo Testamento encontrarás a la “iglesia verdadera” haciendo alguna de las siguientes cosas: orando a María, orando a los santos, venerando a María, sometiéndose a un Papa, teniendo un sacerdocio selecto, bautizando a infantes, observando las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor como sacramentos, o pasando una autoridad apostólica a los sucesores de los apóstoles. Todos estos son elementos centrales de la fe católica romana. Si la mayor parte de los elementos medulares de la Iglesia Católica Romana no fueron practicados por la Iglesia del Nuevo Testamento (la primera iglesia y la iglesia verdadera), ¿cómo entonces puede la Iglesia Católica Romana ser la primera iglesia? Un estudio del Nuevo Testamento, revelará claramente que la Iglesia Católica Romana no es la misma iglesia que la iglesia que está descrita en el Nuevo Testamento.

El Nuevo Testamento registra la historia de la iglesia desde aproximadamente el año 30 al año 90 d.C. Durante los siglos II, III y IV, la historia registra muchas doctrinas y prácticas católicas romanas entre los primeros cristianos. ¿No es lógico que los primeros cristianos comprendieran mejor el mensaje de los apóstolesí Si, es lógico, pero hay un problema. Los cristianos del II, II y IV siglos no fueron los primeros cristianos. Nuevamente, el Nuevo Testamento registra la doctrina y práctica de los primeros cristianos… y, el Nuevo Testamento no enseña el catolicismo romano. ¿Cuál es la explicación del por qué en los siglos II, II y IV, la iglesia comenzó a exhibir signos del catolicismo romano?

La respuesta es simple – durante los siglos II, II y IV (y siguientes), la iglesia no tenía completo el Nuevo Testamento. Las iglesias tenían porciones del Nuevo Testamento, pero el Nuevo Testamento (y la Biblia completa) no estuvieron comúnmente disponibles, hasta después de la invención de la imprenta en el 1440 d.C. La iglesia primitiva hizo lo mejor que pudo para pasar las enseñanzas de los apóstoles a través de la tradición oral, y a través de la extremadamente limitada disponibilidad de la Palabra en su forma escrita. Al mismo tiempo, es fácil ver cómo la falsa doctrina pudo incorporarse a la iglesia que solo tenía acceso al Libro de Gálatas, por ejemplo. Es muy interesante notar que la Reforma Protestante surgió poco después de la invención de la imprenta y la traducción de la Biblia a los lenguajes comunes de la gente. Una vez que la gente comenzó a estudiar la Biblia por ellos mismos, se hizo muy claro cuánto se había apartado la Iglesia Católica Romana de la iglesia que está descrita en el Nuevo Testamento.

La Escritura nunca menciona el usar el “cuál iglesia vino primero” como la base para determinar cuál es la iglesia “verdadera”. Lo que si enseña es que uno debe usar la Escritura como el factor determinante para saber cuál iglesia es la verdadera y si es fiel a la primera iglesia. Es especialmente importante comparar la Escritura con la enseñanza de la iglesia en aquellos puntos centrales, tales como la total deidad y humanidad de Cristo, la expiación por el pecado a través de Su sangre en el Calvario, la salvación del pecado por gracia a través de la fe, y la infalibilidad de las Escrituras. La “primera iglesia” y “la iglesia verdadera” está registrada en al Nuevo Testamento. Esa es la iglesia que todas las iglesias deben seguir, imitar y tomar como modelo a seguir.

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