Los Cristianos y el Descubrimiento de América

Los Cristianos y el Descubrimiento de América

«El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha.» Salmo 84:11 (NVI)

El 12 de octubre se recuerda en Argentina como el día del descubrimiento de América. Cristobal Colón estaba buscando una ruta para llegar desde España a la India, para abaratar los costos de la importación de mercadería que venía por camello o caballo. Y nunca supuso que iba a encontrar otro continente. El descubrimiento sorprendió a todos y modificó sustancialmente los planes que los reyes de España tenían diseñados. Nadie hubiera imaginado encontrar el tesoro que descubrieron. Fue un descubrimiento que les cambió la vida a muchos.

Lamentablemente los cambios positivos que los españoles vieron por el descubrimiento de América fueron diametralmente opuestos a los cambios negativos que los pueblos originarios tuvieron que padecer por la colonización española. No siempre un descubrimiento genera situaciones favorables para todos.

El salmista también había hecho un descubrimiento. Supo que Dios es nuestro sol y escudo. Es quien nos ilumina y defiende. El que nos indica el camino y nos protege en el trayecto. Es quien nos calienta cuando tenemos frío y nos cuida cuando estamos en problemas. Dios es un padre amante que desea darnos siempre lo mejor. Tal vez este concepto no sea para vos hoy un gran descubrimiento porque ya lo sabías. Es posible. Pero el salmsita estaba maravillado de lo que había hallado.

Más cuando ese mismo Dios perfecto y eterno es quien quiere concederles gloria y honor a simples mortales. Esta idea para el judío de antes, era algo impensado e imposible. Dios estaba demasiado lejos del hombre como para que pueda beneficiarlo de esta manera. Sin embargo, nuestro Dios siempre está cerca. Y dispuesto a brindarnos generosamente su bondad y misericordia. ¡Glorioso descubrimiento del salmista que nos beneficia enormemente hoy a cada uno de nosotros!

Pero este hombre también descubrió esto: la condición para la bendición de Dios está en tu comportamiento. Dios bendice al que se conduce sin tacha. Dios bendice a sus hijos obedientes. Dios no es generoso con hijos caprichosos y mal aprendidos, cuya conducta es mediocre, egoísta y liviana. Su bendición está destinada únicamente a aquellos que cumplen con sus parámetros de calidad.

Seguramente, también sabías esto. Y si lo sabés, ¿lo estás viviendo? Descubrite.

REFLEXIÓN – ¿Merecés la bendición de Diosí

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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