Cristiano, Confronta tus temores. Primera parte

Confronta tus temores. Primera parte

“…NO NOS HA DADO DIOS ESPÍRITU DE COBARDÍA, SINO DE PODER, DE AMOR Y DE DOMINIO PROPIO” (2 Timoteo 1:7)

El temor es algo que experimentarás cada vez que intentes algo nuevo, como por ejemplo un nuevo trabajo, una nueva relación o una estrategia de inversión diferente. Mientras dejes que el temor te domine, nunca tendrás éxito. En el mundo empresarial, el riesgo del fracaso está presente cada vez que se lanza un producto. El mundo de la moda puede fracasar con cada nueva línea de ropa que sale al mercado. Y sin embargo, las empresas están dispuestas a aceptar riesgos que requieren millones de dólares para mejorar sus mercancías e incrementar las ventas. ¿Lo consiguen siempre? No, pero si no se arriesgan nunca podrán tener éxito. Escribió un poeta: “Había un hombre muy cauto, que nunca se rió ni jugó; nunca se arriesgó, nunca intentó nada, nunca cantó y nunca oró. Y cuando un día de este mundo salió, su seguro a nadie se pagó; pues dijeron que como nunca había vivido, ¡nunca murió!”

Lo cierto es que todos fallamos. El índice de fracaso del género humano es del cien por cien, y todos, (incluido tú mismo), cumplimos los requisitos para ser miembros de ese club. Pero eso no quiere decir que tengas que vivir siempre con el temor a fallar. La fe en Dios es lo que te da la valentía para confrontar tus temores y vivir la vida que Él quiso que vivieras. Si no lo haces, te quedarán pesares más tarde, cuando pienses en “lo que podría haber sido”. Nunca serás perfecto, por lo cual, nunca tendrás éxitos totales. Pero eso no debe ser un impedimento para que te esfuerces por triunfar en la vida. El temor es un “espíritu”, y si le dejas, te controlará. Dios te ofrece tres alternativas mucho mejores: “Poder… amor… dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

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