Los Cristianos y el Hábito

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«¿Puede el etíope cambiar de piel, o el leopardo quitarse sus manchasí ¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien, acostumbrados como están a hacer el mal!» Jeremías 13:23 (NVI)

Dicen los estudiosos de las personas que un hábito se genera por la repetición de una conducta. Aquello que al principio cuesta realizar, y que uno se obliga a hacer; con el paso del tiempo y la constancia de repetirlo, se ha incorporando. Hasta que llega un momento en que se puede hacer casi sin pensarlo. Entonces ya es un hábito.

Los mismos estudiosos sostienen que cuanto antes se adquiere un hábito, mas complicado es para modificarlo. Es muy difícil que un niño que aprendió desde chico a tener una conducta sin límites, pueda sociabilizarse para adaptarse a un sistema de control y normas estrictas. Es más fácil que un adolescente que se niega a bañarse, cambie su cultura cuando se convierte en joven.

La pregunta retórica que Jeremías hace en nombre de Dios, tiene esta misma idea. ¿Puede acaso un etíope cambiar el color de su piel? Michael Jackson apenas pudo empalidecer algo la suya con millones de dólares de inversión. Pero para el resto de los mortales, esa opción es un rotundo NO.

Hay cosas que son muy difíciles de cambiar. Por eso Dios se lamenta al ver que su pueblo escogido se había acostumbrado a hacer el mal y se había vuelto un hábito peligroso y dañino. Ya lo hacían casi sin darse cuenta, sin culpa ni remordimiento. Y ese hábito los inhibía para hacer el bien. Y ese hábito los llevó al fracaso, a la frustración, al exilio y a la desaprobación divina.

Hoy vivimos en otro tiempo. Estamos en el tiempo de la Gracia, donde el Espíritu de Dios vive y se manifiesta en sus hijos en forma notable y diaria. Sin embargo seguimos generando los mismos malos hábitos. Tenemos el poder de Dios dentro de nosotros para motivarnos a vivir de una manera espiritual y santa. Sin embargo seguimos repitiendo los errores humanos de los últimos cinco mil años. Generamos malos hábitos y no los cambiamos.

¿Se puede modificar una mala conducta? ¿Se puede hoy cambiar un hábito pecaminoso? ¿Se puede dejar de mentir, de ver pornografía, de beber en exceso, de envidiar, de fumar, de ser infiel, de vivir una doble vida, de drogarse, de ser indiferente, de robar, de murmurar? Con la ayuda de Dios, SI.

REFLEXIÓN – Dios puede sacarte las manchas, Leopardo.

«¿Puede el etíope cambiar de piel, o el leopardo quitarse sus manchasí ¡Pues tampoco ustedes pueden hacer el bien, acostumbrados como están a hacer el mal!» Jeremías 13:23 (NVI)

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

2 COMENTARIOS

  1. TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE», TODOS LO PODEMOS LOGRAR EN CRISTO JESÚS, PERO DEBEMOS ENTREGARNOS A ÉL Y ESO LO HACEMOS CUANDO HEMOS TOMADO LA DECISIÓN DE ALEJARNOS DE COSTUMBRES Y HÁBITOS, QUE NO LE AGRADAN A DIOS. SI HAY REVELACIÓN DE LA PALABRA EN NUESTRAS VIDAS, HAY OBEDIENCIA Y SI HAY OBEDIENCIA, HAY CAMBIOS, SOLAMENTE ASÍ.-

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