Somos Más que vencedores. Parte 3

Victoria Triunfo en CristoEn Cristo Somos Más que vencedores. Parte 3

“DIOS… NOS LLEVA SIEMPRE EN TRIUNFO EN CRISTO JESÚS…” (2 Corintios 2:14)

Hay pocas cosas que nos turban tanto como cuando los hijos no siguen los caminos de fe de los padres. Como cristianos, anhelamos que nuestros hijos sirvan a Dios. Si has orado, llevado una vida recta delante de ellos y aun así deciden seguir otro camino, eso te dolerá en el alma. Pero recuerda que otros antes que tú pasaron por lo mismo. Isaac vio cómo su hijo Jacob se rindió a Dios, mientras que Esaú lo rechazó. El sumo sacerdote Aarón tenía dos hijos que ofrecieron “fuego extraño” en el altar de Dios. Manoa tuvo que vivir el suicidio de su hijo Sansón. Y hasta los hijos del profeta Samuel “…no anduvieron… por los caminos de su padre, sino que se dejaron llevar por la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho” (1 Samuel 8:2-3).

No eres el único a quien sus hijos se le “tuercen”; y no debes ni sentirte culpable ni rendirte pensando que nunca van a cambiar. Ten en cuenta algo:

Primero, sólo Dios puede salvar. ¡La salvación viene del Señor! (Jonás 2:9).No trates de asumir la responsabilidad de Dios, ni aceptar culpabilidad que no te corresponde. Puesto que Dios conoce los corazones, Él sabe bien cuándo y cómo va a tratar con tu hijo. Por eso, en lugar de preocuparte, sigue levantándolo delante de Dios en oración.

Segundo, deja que Dios te ayude a llevar la carga. A ti te corresponde orar y creerle a Dios, luego entregarle la carga, porque Él sí puede llevarla, pero tú no. (1 Pedro 5:7). Tercero, mientras hay vida hay esperanza (Jeremías 31:17). Dios puede disponer las circunstancias de tal manera que sus corazones obstinados se vuelvan a Él. Lo único que tienes que hacer es confiar.

2 COMENTARIOS

  1. Es real solo Dios puede cambiar los corazones y de hecho lo hace, lo que pasa que no es fácil, es doloroso ver como los hijos se dañan a sí mismos, pero debemos confiar en que el Señor es fiel en terminar aquello que empezó.-

  2. YA DIOS ESCUCHÓ LA ORACIÓN POR TUS HIJOS. SOLAMENTE ESPERA…Y VERÁS…ES UESTIÓN DE POCO TIEMPO… EL SEÑOR DICE EN SU PALABRA: «INSTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO…Y NÓ SE OLVIDARÁ…» DIOS SE ESTÁ ENCARGANDO DE ÉLLOS ¡CONFÍA!

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