Devocionales Cristianos – El Desafío Cristiano

Satanas tentando a JesusDevocionales Cristianos – El Desafío Cristiano

«Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan» Mateo 4:2-3 (RVR)

En el momento en que Jesús era físicamente vulnerable, el diablo trajo su primera tentación. No había pecado en tener hambre. Así que, ¿cuál era el asunto aquí? Satanás estaba desafiando a Jesús:

«Si eres completamente Dios, entonces tienes el poder de Dios en ti. Y ahora mismo, estás en una situación muy dura. ¿Por qué no usas el poder que Dios te ha dado para librarte a ti mismo? ¿No te dio Él dicho poder para ver si lo usarías correctamente?».

Acá tenemos una de las tentaciones más insidiosas que enfrenta el verdadero pueblo de Dios. Si en tu corazón está el deseo de agradar a Dios y serle fiel, el enemigo se molestará y pretenderá que vivas independientemente del Padre. El diablo dice: «Tu sufrimiento no es de Dios. No tienes que pasar por esto. Tienes el poder de Dios en ti, por el Espíritu Santo. Di la palabra, libérate a ti mismo. Satisface tu propia hambre».

La primera artimaña de Satanás fue crear un fracaso del poder. Esperaba que Dios no honrase el clamor de Jesús por pan, si lo hubiera pedido. Si el poder del cielo fallara, entonces Cristo dudaría de su divinidad y se alejaría de su propósito eterno en la Tierra.

Segundo, Satanás sabía que Jesús fue enviado para hacer sólo lo que el Padre le dijo. De modo que se propuso convencer a Cristo a que desobedezca por su propio bienestar. De esa forma, si Jesús usaba su poder ahora, para evitar el sufrimiento, podría hacer lo mismo luego, para evitar la cruz.

Así que, ¿cómo respondió Jesús a la tentación del diablo? «Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4:4). Cristo dijo, en esencia:

«Mi venida a la Tierra no tiene que ver con mis necesidades, dolores, heridas o comodidad física. He venido a dar a la humanidad, no a salvarme a mí mismo».

Aun en ese nivel de sufrimiento, Jesús no perdió de vista su propósito eterno. Y si nuestro Señor aprendió dependencia y compasión a través de una experiencia en el desierto, nosotros también.

REFLEXIÓN – ¡Qué desafío tenemos para este año!

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

4 COMENTARIOS

  1. Hola Carlos! claro el Sr Jesus vino para darnos
    Vida eterna, sacarnos del destino Que nos esperaba cual era la muerte! Y nosotros venimos para anunciar a aquellos Que aun no conocen del sacrificio De Jesus . Asi somos una muestra de amor de parte de el.
    Teniendo el amor por el projimo para Que no Se pierda.

  2. Jesucristo vino para salvarnos haciendo la voluntad de Dios y nosotros estamos aki para hacer la voluntad de Dios y predicar el evangelio a toda criatura

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