La Renovación en el Cristiano y la vida de Jacob

La renovacion de la menteLa Renovación en el Cristiano y la vida de Jacob

«Y cuando se cumplieron cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, lo lloraron los egipcios setenta días.» Génesis 50:3 (RVR)

Jacob fue toda su vida un mentiroso. Aprovechó siempre las circunstancias para favorecerse. Y no dudó en mentir para alcanzar sus metas materiales. No le importó mentirle a su padre Isaac para robar una bendición especial, no le importó mentirle a su suegro Laban para incrementar su fortuna personal.

Cada vez que su ojo vio un buen negocio, sus escrúpulos lo alentaron a tomarlo, sin importar los medios que fuera necesarios para lograrlo. Si hubiera nacido en nuestros días, Jacob hubiera sido un típico argentino tratando de sacar ventaja de cualquier situación. La historia que tenemos de este hombre nos revela siempre el mismo carácter.

Al momento de su muerte, Jacob estaba viviendo en Egipto con toda su familia. Y su hijo José era el segundo del Faraón. Era el hombre que administraba el depósito de comida de la nación más poderosa de la tierra, en medio de una sociedad que moría de hambre. ¡Los negocios que podría haber armado el timador Jacob con tantas posibilidades! Tenía todas las puertas de Egipto abiertas por la posición de su hijo y cientos de oportunidades a diario para hacer una gran diferencia monetaria.

Sin embargo, el gran mentiroso no hizo esto en Egipto. No se registra un solo hecho fraudulento de Jacob en sus últimos años. ¿Por qué? ¿Qué hizo cambiar a este hombre? Cuando regresaba a su casa, después de haber estado ausente durante más de veinte años y planeaba encontrarse con su hermano Esaú, Jacob tuvo un encuentro con Dios. Y luchó con Dios hasta que fue bendecido.

A partir de allí, la bendición de Dios cambió su vida. Dejó de ser un mentiroso y un timador, y se volvió responsable y respetuoso. Un encuentro intimo y personal con Dios puede hacer grandes cambios. Pero es una decisión de cada uno dejarse influenciar por el contacto con Dios. Seguramente para Jacob fue muy difícil cambiar los hábitos de toda su vida y mantener esa conducta en el tiempo. Y dejar de mentir para ser un hombre honesto. Dejar de buscar los negocios turbios donde podría sacar mejores réditos para trabajar dignamente.

¿Cuál es tu situación hoy? ¿Tuviste un encuentro tan íntimo y personal con Dios que modificó tus malos hábitosí Hoy es un buen momento.

REFLEXIÓN – La intimidad con Dios renueva el más viejo de los hábitos.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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