Vuélvanse de todo corazón al Señor

Vuélvanse de todo corazón al Señor

«Josué replicó: Desháganse de los dioses ajenos que todavía conservan. ¡Vuélvanse de todo corazón al Señor, Dios de Israel!» Josué 24:23 (NVI)

Existen fracasos anunciados. Hay situaciones en la vida que muestran evidencias que el final será catastrófico. Y no hay nada peor que aquel que no quiere ver esta realidad. Josué estaba en el ocaso de su carrera y de su vida. Ya se estaba retirando. Y preocupado por el futuro de su pueblo, los insta a que prometan fidelidad. La respuesta rápida era obvia. El pueblo prometió fidelidad a Dios (casi sin pensar lo que estaban diciendo)

Y frente a este apuro en responder, el anciano líder les aclara los problemas que tendrían por faltar a su promesa. Y les dice que les iría mejor si en lugar de prometer lo que no pueden cumplir, guardasen silencio. Pero ellos no lo hicieron, volvieron a prometer fidelidad a Dios. Escuché muchos mensajes de este texto, pero no escuché hablar nunca sobre esta advertencia.

Josué los estaba emplazando a decidir y el pueblo estaba prometiendo serle fiel a Dios. Sin embargo sus hechos ya los estaban condenando. Si la orden del líder fue «quitar» los dioses ajenos, es porque ya estaban instalados en la sociedad. NO era algo que podría pasar en el futuro, no era un riesgo si no echaban a todos sus enemigos de la tierra. Ya era una realidad.

Resulta una incongruencia prometer fidelidad, si tengo la evidencia de la infidelidad en mi propia casa. Es lo que estaba haciendo el pueblo. Por eso el final no sorprende y era obvio que iban a sufrir por sus malas decisiones. Si después de ver la gigantesca mano de Dios actuando sobrenaturalmente para darles las increíbles victorias sobre enemigos muchísimo más poderosos, estos israelitas tenían en sus casas estatuas de dioses falsos, ¡cómo no iban a tropezar en el futuro!

Lo lamentable es que la actitud que hoy censuramos de ellos, es la misma que imitamos a diario. Con nuestra boca prometemos fidelidad a Dios, decimos que le amamos, que anhelamos servirle, que es lo más importante en nuestra vida, pero con nuestros hechos cotidianos borramos lo que decimos con nuestras palabras.

Ahora es el momento para decidir. Dios anhela que tu promesa de fidelidad a su Persona, se replique en tus actos cotidianos, cada día y todos los días. Decidite a quitar lo que molesta.

REFLEXIÓN – ¿Vas a quitar lo que te aleja de Diosí

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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