Dios tiene un por qué espiritual

Dios tiene un por qué espiritual

«Ustedes esperan mucho, pero cosechan poco; lo que almacenan en su casa, yo lo disipo de un soplo. ¿Por qué? ¡Porque mi casa está en ruinas, mientras ustedes sólo se ocupan de la suya! afirma el Señor Todopoderoso.» Hageo1:9 (NVI)

Esperamos una contraprestación por lo que damos. Todos los seres humanos somos interesados. Aun en el nombre del amor y de la filantropía esperamos una retribución por lo que damos. Amamos a quien nos retribuye. Invitamos a cenar a casa a los amigos que nos pueden devolver la invitación.

Esta tendencia egoísta es propia de cada ser humano. Algunos más, otros menos, todos lo manifestamos de alguna manera. Incluso nos manejamos así con Dios. Pensamos que Él piensa igual que nosotros y nos manejamos con Dios como con nuestros pares. Damos esperando recibir algo a cambio. Y por lo general, damos menos de lo que esperamos recibir.

Esta actitud tan del siglo XXI, era la misma que tenían aquellos judíos en los tiempos del profeta Hageo. Ellos pensaban que estaban agradando a Dios. Creían que estaban satisfaciendo las demandas divinas y en consecuencia esperaban retribución.

Pero miraban los resultados y cada vez tenían menos. Esperaban mucho de sus sembradíos pero cosechaban poco. Trabajaban mucho, pero cobraban poco. Almacenaban mucho, pero disponían de poco. Y la ecuación no les cerraba. Aquellos judíos analizaban sus actos y consideraban que debían recibir más de lo que estaban obteniendo.

No había ninguna razón lógica para esa tendencia. Se esforzaban, trabajaban, se sacrificaban pero no conseguían lo que esperaban. La respuesta a sus interrogantes, se las da el profeta con claridad. Ellos habían edificado casas preciosas, con lujo y comodidades; pero la casa de Dios estaba desolada. El templo estaba arruinado, pero sus casas estaban a nuevo. Por eso es que Dios no prosperaba sus trabajos.

Hoy Dios sigue teniendo la misma filosofía. Y en el plano espiritual, muchas veces creemos que merecemos las bendiciones de Dios por cumplir con algunas pautas o mandamientos. Suponemos que Dios debe bendecirnos por ir a la iglesia, leer la Biblia o tener algún ministerio. Y creemos que podemos negociar con Dios, dándole algo a cambio que nos retribuya como esperamos.

Este es un gravísimo error. Dios no tiene nuestra mente de billetera. Y sus bendiciones, por ser un Ser espiritual, son espirituales. No midas las bendiciones de Dios por el dinero. Vas a frustrarte como los compañeros de Hageo.

REFLEXIÓNDios tiene un por qué espiritual.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

3 COMENTARIOS

  1. con el permiso que me doy ante todos , este tema debe ser claro cuando persisten en,las ofrendas, diezmos, siembras, tributos..porque  pareciera un reflejo a la medida  de estas palabra, a Dios se les puede dar las gracias y tributos dela manera y forma que cada hijo le pueda dar; sin presionar.

  2. DANY NO TE CONOSCO PERSONALMENTE PERO DE ALGO ESTOY SEGURO QUE  TENEMOS EL MISMO PADRE Y ES MUY BUENA TU REEFLEXCION SOBRE EL AMOR Y SOBRE DAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO Y ESPERANDO LA RECOMPENSA DE DIOS  QUE ES MAYOR DE LO QUE NOSOTROS DAMOS BENDICIONES AMADO DE JEHOVA

  3. DANNY QUE DIOS TE SIGA BENDICIENDO Y DANDO DE SU UNCIÓN MAS Y MAS PARA DARNOS TAN BONITAS Y BENEFICAS REFLEXIONES QUE EL SEÑOR TE DE MUCHOS AÑOS DE VIDA AL LADO DE EL PARA SEGUIR IMPARTIENDO MUCHAS MAS ENSEÑANZA, BASADO EN SU PALABRA.

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