De la tradición a la verdad

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De la tradición a la verdad

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. – Salmo 103:2-5
¿En realidad hay un propósito divino tras las cosas malas que le suceden a usted? ¿Es posible que sus enfermedades y calamidades sean parte del plan de Dios para

su vida?

Antes de que pueda empezar a recibir la sanidad y el poder liberador de Dios, usted tiene que saber la respuesta a esas preguntas y aclarar ese asunto de una vez por todas. Si tiene alguna sospecha de que Dios es la fuente de sus desventuras, entonces no podrá creer que Él pueda liberarlo de sus dificultades; además, estará paralizando su fe porque creerá que si evita esas cosas estará oponiéndose a la voluntad de Dios.

Para que pueda recibir todos los beneficios que Dios desea darle, usted debe estar de acuerdo con que Él es un Dios bueno. Debe creer que la voluntad de Dios para usted es la salud, no la enfermedad; la prosperidad, no la pobreza; la felicidad, no la tristeza, cien por ciento del tiempo. El Salmo 103 es suficiente para probar que eso es cierto. Pero si no es suficiente para convencerlo, también hay muchos otros salmos. Uno de los mejores versículos conocidos es el Salmo136:1 que dice: «Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia».

Si las tradiciones religiosas le han privado de la bondad de Dios, si le han enseñado que Él permite dificultades en la vida para enseñarle algo, empiece hoy a deshacerse de esas tradiciones y reemplácelas con la verdad. Lea la Biblia y deje que Dios mismo le diga por medio de su Palabra que Él es el Dios que lo sana (Éxodo 15:26). Escudriñe las Escrituras y vea por sí mismo la verdad de que Dios es misericordioso (Salmo 86:5); bondadoso (Jeremías 9:24) y compasivo (Salmo 145:8).

Deshágase de las dudas y abra su corazón para recibir la verdad acerca de su Padre celestial. Es lo único que podrá hacerle verdaderamente libre.

Salmo 89:1-28

Gloria Copeland

1 COMENTARIO

  1. Que Dios le bendiga por sus comentarios. Son de gran bendición.
    Con respecto a este mensaje en particular, qué opina del pasaje que dice que Dios castiga al hijo que ama?
    No hace mucho viví una dura experiencia (dificultad económica). Ahora sé que si no hubiese sido por esa dura situación hoy no tendría la relación tan linda que tengo con mi Señor. Porque la tristesa que por Dios es para vida más la del mundo es para muerte.
    Dios es el Alfa y la Omega. Es através de la «humanidad» de su Hijo Jesús que Dios atiende a nuestras necesidades humanas; pero yo pienso que sobre todas las cosas, nuestra alma eterna es lo que más interesa al Todopoderoso.
    Bendiciones
    Willy

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