La Paz de Dios en La Vida

1

como-encontrar-paz«¿Tienes paz? ¿Y tu marido y tu hijo? Y ella dijo: Paz». 2 Reyes 4:26 (RVR)

La Paz de Dios en La Vida

El gran predicador George Muller (1805-1898) escribió: «Durante sesenta y dos años y cinco meses he tenido una esposa muy amada, y ahora me he quedado solo a los noventa y dos años. Pero al andar de un lado para otro en mi habitación, me vuelvo a Jesús, cuya presencia siempre me acompaña, y le digo: «Señor Jesús, estoy solo, pero no me siento solo. Tú estás conmigo. Tú eres mi Amigo. Ahora, Señor, consuélame, fortaléceme, concede a Tu pobre siervo todo aquello que Tú veas que necesita.»

Me impactó. ¿Por qué? Tengo un amigo, que tuvo que divorciarse de su ex esposa por una infidelidad. Tiene una hija discapacitada y un año después de su divorcio, su ex esposa, que se había quedado a cargo de su hija discapacitada, decidió internarla en un geriátrico para discapacitados a 200 kilómetros de donde ellos vivían porque no quería tenerla más.

Mi amigo se desesperó por tal situación y se fue a buscar a su hija discapacitada y se la llevó a vivir con él. Él tiene 67 años y su hija 42. Esa es una carga demasiado grande para un hombre solo y con 67 años. El trabajo y la discapacidad agotan, pero la soledad te mata. Así que mi amigo clamó: «Padre, Tú me has dado esta hija, dame la fuerza necesaria para sobrellevar esta carga.»

Meses después de este incidente, nos encontramos con mi amigo y me confesó: «Yo estaba sirviendo a Dios en una organización de hombres de negocios, pero ahora, con el tema de mi hija, no puedo dejarla sola, Dios me mandó al banco de suplentes. Mejor dicho, me mandó a los vestuarios…»

Un tiempo después un tercero le dijo a mi amigo: «Tu no sabés cuánto me fortalece espiritualmente ver cómo cuidás de tu hija y cómo te hiciste cargo de ella». Y siguió contándome: «El otro día, vino un cliente mío a mi oficina y me dijo: «Siempre hablamos con mi esposa de lo que tu hacés por tu hija, verdaderamente es un ejemplo de vida para nosotros».

Él concluyó: «Creo que no estoy en los vestuarios. Creo que estoy jugando el partido, pero en otra posición en la cancha».

¿Tu estás pasando por alguna prueba y creés que Dios te apartó del servicio activo? No pienses así, Dios no te sacó de la cancha. Estás jugando el partido en otra posición en la que Dios, como el Gran DT del equipo, te puso en otra posición que Él considera más útil para el óptimo funcionamiento de Su equipo.

REFLEXIÓN – Ten paz. En la tribuna siempre hay alguien que ve cómo estás jugando el partido de la vida.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí