En tu presencia hay
plenitud de gozo Dios
diestra para siempre”
Salmos 16:11
El gozo es parte del fruto del Espíritu, por lo tanto, no es algo natural en mí sino la evidencia de la presencia de Dios en plenitud y al control de mi vida.
El pecado también roba nuestro gozo, por lo cual, la confesión y arrepentimiento nos restaura a una relación de comunión con el Señor (Salmos 51:1,2 y 1ª Juan 1:9).
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, as í tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer… Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” Juan 15:5-6, 10-11
La permanencia en el Señor en una vida de comunión y el estar en Su presencia es la fuente del gozo, la cual es inagotable porque no depende de mí… sino de Dios.
La felicidad es causada por las cosas que suceden a mí alrededor y las circunstancias pueden estropearlo, pero el gozo brilla a través de los problemas, es una luz en la oscuridad. El gozo es la sonrisa del alma que no se afecta por las personas o circunstancias.
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.