El precio de cumplir el llamado de Dios. Parte 2

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el-llamado-de-Dios-biblia-2«HE TRABAJADO… ARDUAMENTE, HE SIDO ENCARCELADO…, HE RECIBIDO… AZOTES…» (2 Corintios 11:23 NVI)

El precio de cumplir el llamado de Dios. Parte 2

Segundo, el precio cotidiano. Todos admiramos a los triunfadores; el problema es que no queremos pagar el precio que tuvieron que pagar al principio, ni el que pagan a diario. Pablo nos cuenta en detalle la realidad detrás de su éxito como evangelista: «…He trabajado más arduamente, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos, he estado en peligro de muerte repetidas veces. Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar. Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de falsos hermanos. He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez. Y como si fuera poco, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias» (2 Corintios 11:23-28 NVI).

Todos tenemos una noción vaga de que algún día tendremos que sacrificarnos, sin embargo será necesario pagar el precio antes de lo que pensamos. Y puesto que no estamos listos para eso, muchos nos desanimamos. Otros postergan sus sueños; y hay quienes los abandonan por completo. La pregunta que debes hacerte es: Dentro de veinticinco años, ¿qué desearé haber hecho hoy? Ese será el precio de la misión encomendada por Dios.

Lee la parte 1 de : El precio de cumplir el llamado de Dios. Parte 1

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