«ENGRANDECED AL SEÑOR CONMIGOŠ» (Salmo 34:3)
La Grandeza de Dios
La palabra ‘engrandecer’ significa ‘engrosar’. El problema no es demasiado grande; ¡nuestro concepto de Dios es demasiado pequeño! Las siguientes palabras son una declaración de la grandeza de Dios: empieza a repetirlas en las circunstancias de cada día y observe lo que ocurre.
Él es el primero, el último, el principio y el fin, Guardián de la creación, Creador del universo, Manager de todos los tiempos. Siempre fue, es y será.
El mundo no puede entenderlo, sus ejércitos no pueden derrotarlo. Los «entendidos» no pueden dar una explicación adecuada de Él. Sus mandatarios no pueden ignorarlo. Herodes no pudo matarlo. Los fariseos no pudieron confundirle. Nerón no pudo aplastarlo. Hitler no pudo silenciarlo. Es el Poder de los poderosos, el de siempre, el Soberano de los soberanos, el Líder de los líderes.
Es santo, poderoso y verdadero. Sus caminos son justos, su Palabra eterna y su voluntad inmutable. Es Redentor, Salvador, Señor y Guía. Cuando fallo, me perdona. Cuando soy débil, Él es fuerte.
Cuando estoy perdido, Él es el camino. Cuando tengo temor, Él es mi coraje. Cuando tropiezo, Él me afirma. Cuando me siento destrozado, me restaura. Cuando afronto persecución, me protege. Cuando sufro una pérdida, provee. Cuando me enfrento a la muerte, me lleva a casa. Él lo dijo, y ya no hay más que decir. Está de mi parte. Dios está en control; por lo tanto, ¡mi alma se encuentra bien! Amén.
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