¿Que hacer antes de construir algo?

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moises-en-la-biblia«[DEBERÁS] CONSTRUIR… SEGÚN EL MODELO QUE TE MOSTRARÉ…» (Éxodo 25:9 NTV)

¿Que hacer antes de construir algo? Parte 1

Acude a Dios para que te revele Su plan. Dios le dijo a Moisés: «[Deberás] construir el tabernáculo y su mobiliario exactamente según el modelo que te mostraré» (Éxodo 25:9 NTV). Dios sabe lo que vas a necesitar en el futuro, pero tú no. Él preparó a Noé cien años antes de mandar el diluvio. Preparó a José para que alimentara a la población de Egipto siete años antes de que llegara el hambre. Sin la guía de Dios lo único que tendrás serán presupuestos, proyecciones y conjeturas más o menos acertadas. «Para los israelitas que estaban al pie del monte, la gloria del Señor, que estaba sobre la cima del monte, parecía como un fuego consumidor. Entonces Moisés fue desapareciendo en la nube a medida que subía al monte, y permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches» (Éxodo 24:17-18 NTV).

Moisés pasó más de un mes en la presencia de Dios esperando Su guía. ¿Por qué? Porque lo que tenía que construir iba a suplir las necesidades del pueblo de Dios por generaciones venideras. Por lo tanto, vete al lugar de oración y diles a los que te rodean: ‘No actuaré hasta que no haya oído de parte de Dios y conozca Su plan’. Cuando es Dios quien hace el plan, Él paga la obra; pero cuando no es así y tú decides hacerlo por tu cuenta, te tendrás que enfrentar tú solo a las consecuencias. ¿Por qué? Porque no tendrás la confianza de acudir luego a Él en la hora de necesidad. Si quieres acabar bien, tienes que empezar bien. A lo mejor piensas: ‘Pero yo no soy nadie especial; ¿cómo va a hablar Dios a alguien como yo?’ Si Dios te ha llamado -y ya lo ha hecho-, es porque eres alguien único y especial. Su promesa dice: «Si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará…» (Santiago 1:5 CST).

Conoce a la gente. Ningún ministro del evangelio ha tenido nunca tantos problemas con su congregación como los que tuvo Moisés con el pueblo de Israel en el desierto. Después de cruzar el Mar Rojo estaba tan contento que escribió una canción para celebrar tan espectacular victoria. Pero más tarde, cuando las quejas no dejaban de llegarle de todas las direcciónes, quería morirse. Eso nos recuerda la historia de un pastor que le preguntó a otro: ‘¿Cuántos miembros activos hay en tu iglesia?’ El segundo respondió: ‘Quinientos. La mitad trabaja activamente a mi favor y la otra mitad trabaja activamente en contra’. Pastor, las distintas personas de tu iglesia tendrán diferentes papeles en el plan que Dios te ha dado. Algunos te gustarán, y otros no. Sin embargo has sido elegido para liderarlos a todos; así que conócelos.
En su lecho de muerte Jacob profetizó a cada uno de sus hijos, describiendo su temperamento y su futuro. Dijo que Rubén era rebelde; Simeón y Leví eran propensos a la ira; Judá era un líder nato; Zabulón extendería sus fronteras; Isacar estaba dispuesto a llevar la carga; Dan era un buen relaciones públicas; Gad era un guerrero que no retrocedía; a Aser le gustaba cocinar; Neftalí era bueno para educar a los hijos; José sería herido pero saldría victorioso y más fuerte que antes; y Benjamín sería un buen emprendedor que triunfaría en los negocios (Génesis 49).

Para saber guiar bien a otros, tienes que conocerlos. Ora en este día: «…Te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca y halle gracia a tus ojos…» (Éxodo 33:13).

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