Un contrato con Dios

“…SER SIERVOS DE LA JUSTICIA” (Romanos 6:18b)

Un contrato con Dios

El rendirse no es sólo la mejor manera de vivir, ¡sino la única! Ninguna otra cosa funciona. Todas las demás maneras llevan a la frustración, decepción y autodestrucción. La Biblia le llama a la entrega “…vuestro verdadero culto” (Romanos 12:1b). Tus momentos más sabios serán aquellos en que le digas: “Sí” a Dios.

A veces lleva años, pero con el tiempo descubres que el mayor obstáculo a las bendiciones de Dios eres tú mismo. No puedes cumplir los propósitos que Dios tiene para tu vida si te centras exclusivamente en tus propios planes. Si Dios va a profundizar más su obra en ti, lo hará después de la entrega. Por eso, entrégaselo todo a Dios: tus pesares pasados, tus problemas actuales, tus ambiciones futuras, tus temores, tus sueños, debilidades, hábitos, heridas y complejos. Haz que Jesús “tome el volante” – y tú quita las manos del mismo. No temas; nada de lo que está bajo su control podrá jamás estar fuera de control.

Con Cristo como tu dueño, podrás enfrentar cualquier cosa. Uno de los líderes cristianos más grandes del siglo XX es Bill Bright, fundador de la “Cruzada Estudiantil Para Cristo”. Con el folleto “Las Cuatro Leyes Espirituales” y con la película “Jesús” (vista por más de cuatro mil millones de personas), más de ciento cincuenta millones de personas han sido ganados para Cristo. Cuando le preguntaron por qué Dios le había usado tanto, Bill respondió:

“Cuando era joven, hice un pacto con Él. Lo redacté literalmente y puse mi firma al final. El contrato decía: “Desde este día en adelante, soy esclavo de Jesucristo”. ¿No piensas que tú también deberías hacer un contrato con el Señor?