El Corazón de Siervo en la Biblia – Parte 2

0

corazon de siervo bibliaEl Corazón de Siervo en la Biblia – Parte 2

“EL QUE AL VIENTO OBSERVA, NO SEMBRARÁ, Y EL QUE A LAS NUBES MIRA, NO SEGARÁ” (Eclesiastés11:4)

Una de las razones por las que muchos de nosotros nunca nos ofrecemos como voluntarios es porque pensamos que no somos lo bastante buenos.

Algunas iglesias fomentan esta idea al hacer de “la excelencia” un ídolo. Dicen: “Si no se puede hacer con excelencia, no lo hagáis”. ¡Pero Jesús nunca dijo eso! Un servicio no tan perfecto es siempre preferible a la mejor de las intenciones. Casi todo lo que hacemos, no se hace bien al principio – así es como aprendemos. El plan de Dios ha sido siempre involucrar a tantas personas normales y corrientes como sea posible, y no dejar que sea sólo una élite la que haga las cosas. Los verdaderos siervos hacen cada tarea con la misma dedicación. Éstos lo realizan “…de corazón…” (Colosenses 3:23b). Para ellos, lo único que cuenta es: ¿Hace falta hacerlo? Dios nunca te va a desvincular de las cosas mundanas; es parte del desarrollo de tu carácter. Escucha: “El que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña” (Gálatas 6:3). El mismo Jesús lavó pies, ayudó a los niños, proveyó almuerzos y sirvió a leprosos. Nada era demasiado “bajo” para Él. ¡No lo hizo a pesar de su grandeza, sino ¡a causa de ella! Es tu disponibilidad a hacer las cosas menos impresionantes la que te califica para cosas más importantes. Siempre habrá más gente dispuesta a hacer las cosas “grandes” que las cosas “pequeñas”. La carrera para ser estrella está abarrotada de gente, pero el campo para ser un siervo está casi vacío.

A veces tendrás que servir hacia arriba, a los que están en autoridad, otras, hacia abajo, a los necesitados. De cualquier manera, ejercitas un corazón de siervo cuando estás dispuesto a hacer lo que sea que se requiera.

“BIEN, BUEN SIERVO Y FIEL…” (Mateo 25:23)

Los verdaderos siervos son fieles. No dejan un trabajo a medio hacer y no abandonan cuando las cosas se ponen difíciles. La fidelidad es una cualidad poco común. Muchas personas no conocen el significado de ella; hacen compromisos a la ligera y luego los rompen por la más mínima excusa, sin dudarlo y sin remordimiento. Todas las semanas, las iglesias y las organizaciones tienen que improvisar, porque los voluntarios no se prepararon, no acudieron, o ni siquiera llamaron para decir que no irían.

¿Pueden los demás depender de ti? ¿Puede Diosí ¿Hay promesas que tienes que cumplir, votos que tienes que honrar, compromisos que tienes que llevar a cabo? Esto es un examen; Dios está probando tu fidelidad. Si apruebas el examen, estarás en buena compañía; Abraham, Moisés, Samuel, David, Daniel, Timoteo y Pablo fueron todos llamados “siervos fieles de Dios”.

Jesús enseñó la parábola de los talentos para hacer hincapié en esta verdad. Dijo, refiriéndose al siervo que no quiso usar su único talento:

“Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos…”(Mateo 25:28). Si no usas lo que se te ha dado, lo perderás. Usa lo que tienes y el Señor lo aumentará. En el Cielo vamos a servir a Dios por toda la eternidad. Ahora mismo estamos practicando. Al igual que los atletas, estamos entrenándonos para el gran día. Escucha: “Todo aquel que lucha… para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” (1 Corintios 9:25). Así que, practica bien; te estás preparando para responsabilidades y recompensas eternas.

“…SUMISOS UNOS A OTROS, REVESTÍOS DE HUMILDAD…” (1 Pedro 5:5b)

Los verdaderos siervos tratan de no llamar la atención porque el auto-promocionarse y la servidumbre no van juntos. No sirven por la aprobación de otros, viven sólo para Uno. Pablo dijo: “Si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10b). No vas a encontrar muchos verdaderos siervos en el centro de atención pública. En realidad, normalmente lo evitan lo más posible, sirviendo calladamente en “la sombra”. Muchas personas empiezan como siervos pero acaban como celebridades. Se hacen adictos a la atención, sin darse cuenta de que el hecho de estar siempre en el foco de atención puede dejarte ciego. Si estás sirviendo en la oscuridad, sintiéndote desapercibido y no apreciado, recuerda, ¡Dios te puso ahí con un propósito! Así que, permanece ahí hasta que Él elija cambiarte de sitio.

¡Tu ministerio actual le importa a Él! Existen muchísimas revistas acerca de famosos, pero no encontrarás muchos siervos. Ellos aben la diferencia entre prominencia y trascendencia. Hay varias partes prominentes de tu cuerpo sin las cuales podrías vivir. Pero son las partes escondidas, tales como el corazón, los riñones y los pulmones las que son indispensables. Lo mismo es verdad del cuerpo de Cristo; el servicio más significativo a menudo es el que no se ve.

En el Cielo, el Señor va a recompensar abiertamente a personas de las cuales nunca oímos en la Tierra; personas que enseñaron a niños con problemas emocionales, limpiaron ancianos incontinentes, fueron enfermeros con pacientes de SIDA o sirvieron en mil y una cosas inapercibidas. Escucha: “…creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí