Muestra tus Capacidades a pesar del Desánimo

Muestra tus capacidades a pesar del desánimo

Una vez conocí a un hombre que tenía una disposición para el trabajo realmente admirable, era su primer empleo y todo quería aprender y hacer, no había actividad que le pareciera lo suficientemente difícil como para no intentar aprenderla y perfeccionarla, su jefe por supuesto se había dado cuenta de esta actitud tan deseable que él tenía y frecuentemente procuraba elogiarle por su labor.

No paso mucho tiempo y en la empresa se generó una vacante para ocupar un puesto de mayor responsabilidad y autoridad, por supuesto también de mejor paga, este hombre cuando se enteró no tardó en solicitar que le fuera tomado en cuenta para el puesto, cumplía con el perfil y su buena actitud le daba ventaja sobre el resto de sus compañeros, sin embargo, ante las altas posibilidades que se tenían, el puesto le fue asignado a otra persona, no hubo explicación solo el anuncio que estremeció a este hombre, poco después renuncio y se retiró de la empresa.

Unos meses más tarde empezó a trabajar en otra empresa, pero su actitud ya no era la misma, aun cuando recibía oportunidades para mostrar lo que era
capaz de hacer y lograr, el desanimo prevalecía en él y los frutos se dejaron ver pronto, ahora ya no era el comedido sino el quejoso, ya no era el más puntual sino el que apenas llegaba dentro de la tolerancia, no se entregaba para sobresalir y si alguien preguntaba porque era así, su respuesta era que no  valía la pena esforzarse si no te iban a tomar en cuenta.

Esta historia fue la que vino a mi mente mientras estudiaba la parábola de los talentos que encontramos en Mateo 25:14-30, en la cual hay al menos dos partes que captan mi atención, veámoslas:

En el versículo 15 dice el Señor Jesús “A uno dio cinco talentos, y a otro  dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue  lejos.”, todos tenemos diferentes dones, talentos, capacidades, y muchas  veces los trabajos se nos dan en función de estos, aunque no nos demos cuenta hay quien nos observa y va formándose una idea de lo que somos o no capaces de hacer, nos ponen pruebas que ni siquiera podemos identificar como tales, pero que le dan a quien nos examina los elementos necesarios para tomar alguna decisión con respecto a nosotros y nuestra posición en el trabajo.

Versículo 29 “Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”, si tratamos de unir lo que nos dice esta parte de la parábola con el hecho de que se nos da de acuerdo a nuestra capacidad, salta a la luz que nadie podrá ver nuestras capacidades si no las mostramos, para que en algún momento alguien nos encargue un mejor trabajo, una responsabilidad más alta o un privilegio mayor en cualquier área, es necesario que nosotros mostremos lo que somos capaces de dar y hacer, en la historia que les platicaba, en el primer trabajo quizá si el hombre hubiera sido persistente el tiempo de la cosecha llegaría, pero al renunciar y cambiar su actitud perdió toda posibilidad de ser promovido, muy probablemente perderá el nuevo trabajo pronto cumpliéndose esta sentencia “y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.”

Por tanto aun cuando seamos presa del desanimo o que aparentemente no valoren nuestro esfuerzo, debemos continuar por ese camino, con la certeza de
que llegará el tiempo de la recompensa.

Dios les bendiga.

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