Aprendamos a Depender de Dios en la Cotidianeidad

mujer cristiana brazos abiertos

Aprendamos a depender de Dios en la cotidianeidad

No hace mucho llegué a mi oficina y me encontré con la sorpresa de que mi computadora tenía una falla, durante prácticamente todo el día me la pase buscando una solución, llame a varios técnicos y ninguno me pudo ayudar.

Cuando eran las dos de la tarde y sin tener ningún avance en la solución de mi problema, decidí dejar a un lado todo y me dirigí a la zona de la cafetería de la empresa, entonces mientras calentaba el agua para prepararme un café, me senté, cerré mis ojos y realicé la siguiente oración:

“Señor, se que tu eres el más sabio e inteligente del universo, sé que tu poder no tiene límites y que ni aún las computadoras más avanzadas que el hombre ha hecho son imposibles de ser reparadas por ti, ayúdame hoy a salir de este problema, se que tú puedes hacerlo.”

Después de esto me preparé el café y regrese a mi oficina, entonces recibí una llamada telefónica de mi esposa para decirme que si podía salir a comer con ella, estaba fuera de la oficina, entonces puesto que ya era la hora de mi comida decidí ir con mi esposa y tranquilamente disfrute de la comida y su compañía.

A mi regreso, de algún modo recordé que hacía más de un año un Ingeniero me había enviado un procedimiento para resolver una situación de comunicación con las computadoras, busque este procedimiento que consistía simplemente en agregar una línea a un archivo del sistema y al terminarlo, mi problema se resolvió.

Entonces cerré mis ojos y le di gracias a Dios, él me había dado la solución, nunca hubiera podido relacionar el problema con aquella situación ocurrida tanto tiempo atrás, solamente él pudo hacerlo y a él le di la Gloria.

El 26 de agosto cumple años mi esposa, este año quería llevarla a cenar, pero debido a diferentes compromisos económicos parecía un tanto difícil, sin embargo hice los planes debidos y le dije a mi Señor: “Se que tú conoces mi corazón y quiero pedirte que esta vez me ayudes para darme este gusto de llevar a cenar a mi esposa, en tus manos dejo esta petición”.

Esta oración la hice casi dos meses atrás de la fecha del cumpleaños y cuando se acercaba la fecha parecía más imposible, pero yo seguía confiando en mi Dios, para el día 24 recibí un pago de un trabajo extra que parecía no llegaría tan pronto, una vez más di gracias a Dios por su bondad.

He aprendido a depender de mi Señor en la cotidianeidad de la vida, así como he orado a él pidiéndole sanidad de enfermedades y cosas aún más grandes, también como hijo le pido cosas de la vida común, les invito a hacer lo mismo, les invito a confiar en el Dios de los imposibles en su vida diaria.

Filipenses 4:6-7 “6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Salmos 37:4-5 “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.”

Dios les bendiga.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí